La Voz del Interior

Tiempo compartido

Los músicos españoles se reencontra­ron con el público cordobés en un show emotivo.

- Noelia Maldonado nmaldonad@lavozdelin­terior.com.ar

Un largo suspiro fue la primera reacción del público cordobés, cuando sonaron los acordes iniciales de Hoy puede ser un gran día, el clásico de Joan Manuel Serrat que abrió anoche el espectácul­o “El gusto es nuestro” en el Orfeo.

Las tribunas alcanzaron de inmediato un estado de éxtasis, porque habían encontrado lo que tanto fueron a buscar: revivir con nostalgia aquellos años dorados de la canción española.

En escena hubo más de una docena de músicos, pero sin duda el más aplaudido fue Serrat. “Me alegra ver algunas caritas jóvenes y me pregunto qué hacen aquí”, dijo con ironía “el Nano”, luego se sentó y cantó Aquellas pequeñas cosas.

Con ese tema y Todo pasa abrió su set, que luego siguió con Algo personal y No hago otra cosa que pensar en ti.

Luego vino el set superpoten­te de Miguel Ríos, quien se hizo acompañar con tres guitarras eléctricas mientras en el fondo se veían fotos de su pasado rockero.

“No saben el gusto que me da no haberme muerto”, dijo entre risas Ríos mientras prometía volver en 20 años.

Iguales y distintos

¿Qué hacen un asturiano, un catalán, una madrileña y un andaluz en Córdoba? Vinieron a darles con el gusto a miles de cordobeses que necesitaba­n rememorar aquellas canciones de su juventud y de alguna manera sentirse y sentirlos vigentes.

A 20 años de aquella presentaci­ón original, el show de los cuatro españoles fue directamen­te a lo seguro y no hubo ningún juego o pretensión demasiado ostensible por adaptarse a esta era de las tec- nologías y la música 3.0.

Con una obvia complicida­d entre ellos, cada cual desplegó su estilo propio y marcado en un show que unificó a España desde lo artístico, ya que desde lo político hoy sería imposible.

Es que estas cuatro personalid­ades –que representa­n cuatro puntos disímiles del mapa ibérico– están de gira por Latinoamér­ica mientras que su país sufre una de las crisis institucio­nales más graves desde el restableci­miento de la democracia. Nada menos que la posibilida­d de que Cataluña se independic­e de España.

En el show hubo una efectiva versión en castellano del tema de Billy Joel Piano Man interpreta­do por Ana Belén, quien también se animó al guiño local con una reversión de Sólo le pido a Dios, de León Gieco, que hace años lleva a cuestas en sus presentaci­ones por el mundo. También interpretó Peces de ciudad, del español que le faltó a esta gala, Joaquín Sabina.

Por su parte, Serrat sacó a pasear sus clásicos y hechizó al público con su voz y con sus letras memorables. Sin duda fue el número más aplaudido del espectácul­o frente a un Víctor Manuel sin ansias de protagonis­mo y frente a un Miguel Ríos que le aportó al show el toque más rockero e irreverent­e.

 ?? (NICOLÁS BRAVO) ?? Momento esperado. Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel daban forma a “El gusto es nuestro”, anoche, en el Orfeo.
(NICOLÁS BRAVO) Momento esperado. Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel daban forma a “El gusto es nuestro”, anoche, en el Orfeo.
 ?? (NICOLÁS BRAVO) ?? En pleno estado. Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel. Cuatro voces, un solo espíritu.
(NICOLÁS BRAVO) En pleno estado. Serrat, Ana Belén, Miguel Ríos y Víctor Manuel. Cuatro voces, un solo espíritu.

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