Tenía botón antipánico y varias denuncias de su ex: fue asesinada

Se llamaba Gisell Clarisa Rojas, tenía 43 años y era madre de una joven discapacitada. Estaba separada. Y por los constantes episodios de violencia doméstica, contaba con un botón antipánico del sistema Salva. Sin embargo, ayer al mediodía fue en su moto a la mismísima vivienda de su expareja, a quien lo había denunciado por violento varias veces.

Gisell quería reclamarle por un dinero que le pasaba a él. El lunes pasado ya habían charlado en relativos buenos términos. Sin embargo, ayer las cosas iban a terminar de la peor manera: la mujer terminó asesinada a golpes, principalmente en la cabeza, con una maza.

El drama sucedió en una humilde vivienda del Pasaje Esnaola al 3000, en barrio Maldonado, al este de la ciudad de Córdoba.

El femicida, Víctor Hugo Videla, quien tenía 42 años y se ganaba la vida como albañil, se quitó la vida en la misma casa. Fue hallado ahorcado en la parte trasera.

Videla tenía dos hijos, producto de otra relación sentimental.

Con este drama registrado ayer, se elevó a 18 el número de femicidios en lo que va del corriente año en la provincia de Córdoba, según un relevamiento de este diario.

En tanto, ya suman tres los femicidios en Córdoba capital en 2017.

Violencia previa

El hecho se descubrió recién a las 18, cuando una hermana de Gisell llegó preocupada a la casa de Videla. La joven sabía que su hermana había ido a dialogar por una discusión de dinero. Como no regresó al hogar, salió a buscarla. Al entrar a la vivienda, no tardó en encontrarla muerta en la cocina con varios golpes en la cabeza.

A los gritos salió a pedir ayuda al vecindario. La Policía no tardó en llegar. El cadáver del femicida estaba en la parte trasera del hogar. Se había ahorcado.

Familiares de la víctima declaraban anoche en sede judicial y hacían mención a un “círculo vicioso y violento entre ambos”.