Otros investigadores de enigmas que pasaron al cine
Si bien es cierto que a Robert Langdon le faltan varias páginas más para alcanzar otras alturas, hay otros detectives involuntarios (y no tanto) que se ven enfrentados a enigmas varios.
En esos casos, claramente la inteligencia es la clave, y en el trono de las criaturas con esas características no puede faltar el detective por antonomasia, el nombre que más asociamos a las actividades investigativas que demandan resolución de enigmas complejos: Sherlock Holmes.
El emblemático
Creado en el año 1887 por el escocés Arthur Conan Doyle, Sherlock mastica su pipa mientras hace gala de una inteligencia sin comparación y descubre pistas hasta en el polvillo en suspensión.
Su impronta y estilo pasaron al cine en formato película, interpretada por Robert Downey Jr., y en formato serie, encarnado por Benedict Cumberbatch. Hasta el momento, bien podría considerarse el ícono de ese universo de intrigas.
Aunque también ocupa un digno lugar el detective que ahora interpretará Kenneth Branagh, nada menos que el afamado Hercule Poirot, nacido de la mente de la popular escritora Agatha Christie. Aunque ya había pasado por el cine en 1974 con Asesinato en el Orient Express, ahora Hollywood le puso el ojo y se lo lleva otra vez a pasear por la pantalla grande en una remake con reparto renovado y de inminente estreno en salas cordobesas.
Más detectives memorables Hollywood tiene apetito por la investigación a cargo de personajes que se vuelven entrañables, y en ese grupo no podemos dejar de lado a la agente Clarice Starling, interpretada por una soberbia Jodie Foster en la adaptación de la novela El silencio de los inocentes, escrita por Thomas Harris. Su tortuosa investigación a la par del asesino Dr. Lecter, a cargo de Anthony Hopkins no da tregua.
Por supuesto que no son los únicos investigadores en la pantalla que nacieron en el papel, y entonces bien podemos sumar a Sam Spade, creado por el norteamericano Dashiell Hammett. El escritor dotó a Spade de una personalidad irónica y de un carácter rudo, que tuvo su paso obligado por la gran pantalla en la piel de Humphrey Bogart.
Es cierto que en esta lista podemos seguir sumando algunos personajes, como el de Angelina Jolie en El coleccionista de huesos ,ya tantos otros dignos buscadores de la verdad que se mudaron del barrio de las letras al universo del celuloide.
Pero no es que las novelas les queden chicas, sino que el cine, a veces, necesita echar mano de fórmulas probadas y exitosas.