De las noticias más difíciles para tratar
Hay temas que los periodistas debemos cubrir, como parte de nuestro trabajo, que no sólo no son gratos, sino que nos alejan bastante de la satisfacción que, se supone, llega cuando hacemos lo que elegimos y lo que nos gusta.
Lo que está pasando con el submarino ARA San Juan, con sus 44 tripulantes sin contacto desde hace una semana, es una de esas situaciones que nos ponen a prueba y que requieren especial cuidado en la responsabilidad de informar.
Primero, hay que ser conscientes de lo que pueden generar en los familiares de esos marinos tanto las omisiones como lo que se diga de más.
Por otro lado, ser demasiado optimista puede ser peligroso y arriesgado. Por el contrario, la desesperanza absoluta puede resultar apresurada y derrotista, pese a que nos gustaría que la historia tuviera el mejor y más feliz de los finales.
El Primer plano de hoy es otro más sobre esta saga que mantiene en vilo a los argentinos. Tomamos la decisión de continuar con esto precisamente por ese interés que, también se puede apreciar, trascendió las fronteras del país y se convirtió en una muestra cabal del cooperativismo y la solidaridad internacionales.
Difícil saber cómo seguirá dicha cobertura, porque la información
EL DEL SUBMARINO ES UNO DE ESOS CASOS EN QUE LAS VIDAS QUE ESTÁN EN JUEGO OBLIGAN A RELEGAR ALGUNA PRIMICIA.
cambia hora a hora.
En el medio quedan los supuestos datos sin fuentes, las deliradas teorías conspirativas y las hipótesis arriesgadas que pululan en las redes sociales, pero también en algunos medios un poco renuentes a tomarse el tiempo que se necesita para chequear la información en este tipo de acontecimientos.
Es uno de esos casos en que las historias personales y el destino de las vidas que están en juego obligan a relegar alguna primicia, sin que eso signifique desatender lo que se vive minuto a minuto.
Difícil prever lo que se viene. Son momentos en que lo que nos gustaría ver choca con lo que estamos viendo.
Mientras tanto, este tema seguirá siendo prioridad.