La reforma tributaria II sería sin Ingresos Brutos
Aunque aún no se aprobaron los cambios de la primera iniciativa, Dujovne piensa en 2020. El ministro planifica la política impositiva para un eventual segundo mandato de Macri.
Confiado en que antes de fin de año estará sancionada la Reforma Tributaria, el Gobierno nacional ya proyecta la segunda etapa para cambiar completamente la matriz de tributos en la Argentina: avanzará entonces sobre las provincias.
La iniciativa será elaborada para un eventual segundo mandato del presidente Mauricio Macri dado que, según dijeron a La Voz en la Casa Rosada, no habrá margen de tiempo ni distensión política para discutirlo antes.
Los planes que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, tiene en mente para 2020 son la elimina- ción total de Ingresos Brutos, cambios en el IVA y un nuevo Impuesto Negativo sobre la Renta (INR) para que el Estado financie a través de este instrumento la ayuda a los sectores sociales más postergados. Con ello, los fondos de la Anses tendrían un respiro.
Dujovne piensa apuntar a los ingresos de las personas porque considera que hay que “corregir iniquidades horizontales”, dado que hoy no tributan igual quienes hacen actividades similares y tienen ingresos casi idénticos pero están en diferentes categorías.
Así, podría haber deducciones sobre el nuevo INR para beneficiar, por ejemplo, a las familias numerosas y con personas con discapacidad a cargo. Básicamente, el Estado financiaría la ayuda social a través de este tributo. Esto exigiría que nadie quede exento de presentar declaración jurada.
En segundo lugar, bajaría la alícuota del IVA, lo que obligaría al Estado a revisar todos los agujeros que tiene hoy. Por ello, se podría arrancar por eliminar exenciones o diferenciales de alícuotas.
Adiós a Ingresos Brutos
Según Dujovne, su intención es que las provincias eliminen los impuestos a los Ingresos Brutos después de 2020. El compromiso por parte de los gobernadores en el marco del Pacto Fiscal de ponerles un tope decreciente a las alícuotas de ese tributo, en un sendero gradual hasta 2022, no fue suficiente.
Dujovne planifica dos ideas que podrían generar una fuerte disputa política con los gobernadores (para algunas provincias este gravamen representa hasta el 80% de sus recursos propios).
Por un lado, Ingresos Brutos podría ser absorbido por un impuesto nacional con una alícuota única en toda la Argentina. Lo recaudaría Afip y luego el Gobierno lo coparticiparía.
La segunda alternativa sería convertir Ingresos Brutos en un impuesto a las ventas, pero para eso hay que construir capacidad tributaria en las provincias porque ahí el gravamen ya estará determinado por la naturaleza del comprador. Por ejemplo, no pagaría lo mismo quien compra un bien para consumo final que quien lo hace porque ese producto será para agrega valor a otro.