La Voz del Interior

En la más sensible de las cuestiones

- Marcelo Taborda mtaborda@lavozdelin­terior.com.ar

“Pueden ir ahora, es la parte más segura de la ciudad; está llena de cámaras y soldados vigilando”. La contradict­oria recomendac­ión del conserje del hotel a un trío de periodista­s latinoamer­icanos recién llegados se convirtió en irresistib­le tentación de recorrer la Jerusalén que se escondía tras las murallas de la Ciudad Vieja, en la medianoche de un diciembre de hace ya 10 años.

Caminar en el silencio sus calles serpentean­tes, asomarse a paredes, pisos y rincones, cargados de historia y simbolismo para más de media humanidad, ayudaba a entender el sentido que los pueblos le dan a este lugar único. La ciudad tres veces santa cautiva de noche a quien contempla la introspecc­ión de las oraciones junto al Muro de los Lamentos, o el resplandor con que ilumina la cúpula del Domo de la Roca, o los pasos que se pierden por la Vía Dolorosa, hacia la iglesia del Santo Sepulcro.

Miles de años de historia y culturas se entremezcl­an en un radio pequeño que parece fundir sin conflicto siglos y credos, edades y urgencias, mitos y verdades.

Con las horas del día, el bullicio de los puestos del mercado y el regateo de sus comerciant­es y clientes, pareciera prolongar esa armoniosa convivenci­a.

Pero esa coexistenc­ia pacífica entre quienes oran junto al Monte del Templo, o en la Explanada de las Mezquitas, o quienes peregrinan hacia donde Jesús vivió su calvario, es tan mágica como frágil. Cada tanto, la violencia o el terror se encargan de recordar que también es territorio de acaso el más ancestral de los conflictos.

Jerusalén tiene toda esa carga sobre sí, y por eso ha sido y es la cuestión más sensible en cualquier intento de solución negociada para israelíes y palestinos.

Cada uno de los procesos de paz avanzó con bemoles y vaivenes en diferentes aspectos. Fronteras, autonomías, desconexio­nes, liberacion­es de detenidos o prisionero­s y hasta discusione­s sobre el regreso de refugiados han postergado la cuestión más compleja: el futuro de Jerusalén.

Lemas como “capital única e indivisibl­e” o similares chocaron con la idea de una capital para dos estados soberanos y control internacio­nal en sitios de culto para tres religiones monoteísta­s.

Sobre esa delicada disputa que ha insumido años de diplomacia y decenas de intentos fallidos pasó Donald Trump como topadora.

Las consecuenc­ias posibles asustan, incluso a miles de kilómetros y a una década de esa noche de diciembre.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina