La Voz del Interior

“A Monzón no lo condeno, ni lo defiendo”

Irusta, autor de “Monzón, la biografía definitiva”, habló con Mundo D sobre su obra.

- Hugo García hgarcia@lavozdelin­terior.com.ar

Cuando El Gráfico era El Gráfico y Monzón era Monzón, Carlos Irusta representa­ba el puente que unía a ambos fenómenos: al editorial y al boxeador.

Al final, el único que sobrevivió a los recuerdos y al dolor de ya no ser fue el periodista, quien pudo seguir desarrolla­ndo las historias que lo llevaron a ser un ícono del oficio y a demostrar que aquel gran boxeador tenía demasiadas historias como para quedar sólo en los textos de su época.

El trabajo sobre Carlos Monzón superó a otros que describían momentos clave del gran campeón argentino de boxeo, pero nunca abordaron la complejida­d del momento como en Monzón, la biografía definitiva.

“Fue un sueño concretado y un desafío muy grande. En Monzón hay una diversidad de historias muy complicada­s. Está la parte luminosa, que es su ejemplo como boxeador, como campeón del mundo. Su popularida­d, su relación con Susana Giménez. También tuvo sus problemas domésticos. Pero también tuvo su época de glamour, de películas. Y todo eso terminó desencaden­ándose en una doble tragedia. La muerte de Alicia Muñiz, con un Monzón culpable de homicidio y preso; y su muerte en sí, en una muerte ocurrida cuando le faltaba muy poco para cumplir su condena”, reveló Irusta, quien es parte de una generación de grandes conocedore­s de boxeo, como Horacio Pagani, Ernesto Cherquis Bialo, Horacio García Blanco, el maestro Rubén Torri o nuestro Elbio Ibarra Preti. El autor estuvo ayer en Córdoba, y en La Voz, para presentar esta pieza imperdible.

–¿Podría haber tenido otro final?

–No. Alguna vez, Jean Claude Bouttier señaló: “Yo no me imagino un Monzón muriendo en pantuflas”. Gatica, Galíndez... Vivieron todo al límite. Incluyendo la muerte.

–Llegaron así al boxeo y se fueron igual.

–No es que el boxeo los hizo así. Es una actividad riesgosa, en la que se juegan la vida en cada pelea. El boxeador no tiene agenda. No piensa qué va a pasar mañana. Monzón fue extremo porque subía a pelear, no a boxear.

–¿Cómo era su relación con Monzón?

–Buena. Nos tuteábamos, pero me decía: “Irusta”. Quizá porque mi viejo era entrenador del Luna Park y a él sí le decía “don Carlos”. Pero no era amigo de Monzón. Lo digo porque siempre existe la tentación de caer en la mitomanía. Como está muerto, puedo decir “Carlos, tal cosa o tal otra...”. Tampoco me creía parte como para decirle “tené cuidado con la derecha de tal boxeador”. Para nada. Fue cordial, pero también estuvimos enfrentado­s. Cuando se separa de Lectoure, El Gráfico publica la nota en la que el empresario contaba con qué dinero lo había dejado... todo. Monzón se enojó y no nos daba notas. Tengo buenos recuerdos de él. Por eso fue también conflictiv­o lo de Alicia Muñiz.

–Usted le dio un gran capítulo a ese caso. ¿Sintió la presión de lavar la imagen de Monzón sobre todo en esta era de la violencia de género?

–En ese momento no era tanto. Pero discutí con una persona que me dijo: “¿Cómo podías seguir apreciando a un tipo que había matado a la mujer?”. El aprecio por una persona va más allá de ciertas cosas. A lo mejor estoy diciendo algo políticame­nte incorrecto. Un periodista amigo, que ya falleció, me confesó: “Monzón no es más amigo mío porque mató a la mujer”. Es entendible. Me costó separar. En el fondo, le rogaba a Dios que eso que se conoció en un primer momento no fuera real. Lo fue. Yo no quedé de un lado ni del otro. Yo simplement­e escribí una historia. No lo condeno, ni lo defiendo. Pero ese tema me impidió escribir el libro antes.

–¿Cómo se enteró de la muerte de Carlos?

–Yo lo escribí en El Gráfico en su momento y en el libro está también. El comienzo de la nota dice: “No derramé una lágrima por él, era un profesiona­l y me hubiese entendido”. Tenía que trabajar. En el fondo, y esto puede parecer muy cruel, sentí que había muerto en libertad. Si hubiera salido, no hubiese faltado quien lo fuera a provocar.

LIGA MUNDIAL. La selección masculina de hockey venció 3 a 2 a Inglaterra y se metió por primera vez en las semifinale­s de la Liga Mundial. A las 11 (en vivo por ESPN) enfrentará a India, el anfitrión del torneo, por un lugar en la final. Alemania y Australia protagoniz­arán la otra “semi”. MUNDIAL DE HANDBALL. La selección femenina de handball cayó por 38 a 24 frente a Suecia en una nueva presentaci­ón en el Mundial que se disputa en Alemania y quedó sin chances de pelear por un lugar en los octavos de final. La cordobesa Giuliana Gavilán ingresó como titular y anotó dos goles.

SEVEN DE LA REPÚBLICA DE RUGBY. En Paraná, Los Dogos 7s, dirigidos por Tomás Bongiorno y Álvaro González, debutan a las 11 frente a Santiago del Estero, por la Zona 4. A las 17.20 enfrentan a San Juan y cierran a las 20 con Tucumán. El selecciona­do femenino está en la Zona 8 y jugará a las 10 con Formosa y a las

18, con Alto Valle.

“SEMIS” DE BÉISBOL. El club Dolphins será escenario de las semifinale­s de la Liga Argentina. A las 12, Pampas-Infernales; a las 15, Cóndores-Falcons. Los cruces siguen mañana y pasado. HANDBALL. Alta Gracia venció a Universita­rio 31-24 y emparejó la final del Torneo Clausura de la Liga de Honor Masculina. Mañana a las

18, en barrio Parque, se jugará el tercero y decisivo partido.

 ?? (RAMIRO PEREYRA) ?? Un relato fabuloso El libro, de la colección Un Caño que publicó Planeta, repasa todos los momentos de la vida del campeón, de la gloria a su muerte. Carlos Irusta. Trabajando para “El Gráfico” y Radio Continenta­l, cubrió la carrera del gran boxeador.
(RAMIRO PEREYRA) Un relato fabuloso El libro, de la colección Un Caño que publicó Planeta, repasa todos los momentos de la vida del campeón, de la gloria a su muerte. Carlos Irusta. Trabajando para “El Gráfico” y Radio Continenta­l, cubrió la carrera del gran boxeador.

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