Marcha de la CGT y amenaza de paro
noviembre. Por otra parte, bajo el método vigente, el aumento real sería del 6,4 por ciento en diciembre de 2018 y del 13,8 un año después.
Es decir que el cambio de movilidad, aunque no baja el poder adquisitivo actual de los haberes, implica una pérdida de capacidad de compra futura. Para recuperar el poder de compra de setiembre de 2015 (pico histórico en la serie reciente), con el cambio hacen falta dos años, mientras que de lo contrario se lograría en un solo año.
En cuanto al ahorro fiscal
para 2018 en las arcas nacionales con el cambio de metodología para calcular la movilidad, se estima que sería del orden de 72.000 millones de pesos anuales (0,6 por ciento del PIB), originado por un crecimiento del rubro Prestaciones Sociales del 17 por ciento interanual, levemente superior a la inflación esperada, en oposición a un crecimiento que el proyecto de Presupuesto 2018 preveía en torno al 20,7 por ciento.
El ahorro fiscal que se lograría sería equivalente, como mínimo, al 60 por ciento de la reducción del déficit primario que el Gobierno nacional tiene que llevar adelante durante el próximo año, lo que pone de manifiesto la relevancia del cambio, desde esta otra cara de la moneda. BUENOS AIRES. La decisión de convocar para hoy a una movilización frente al Congreso y de hacer un paro nacional por 24 horas mañana, en caso de que sea aprobada la nueva movilidad jubilatoria, terminó por marcar ayer un imprevisto giro contrarreloj de la CGT frente al proyecto oficial.
Las medidas fueron adoptadas en una reunión que realizó el consejo directivo de la central obrera, poco después de que, pasado el mediodía, las dos CTA resolvieron convocar a un cese de actividades para marchar al Congreso en “repudio” de la reforma.
De este modo, los sindicatos integrantes de la mayor central sumarán su movilización a partir de las 14.
“Les están metiendo la mano en el bolsillo a los activos y a los jubilados. La reforma previsional la rechazamos de plano”, señalaron los dirigentes Juan Carlos Schmid y Carlos Acuña.
Schmid reconoció que “hay un acuerdo a nivel gobernaciones y en el Senado” con el Gobierno para aprobar la reforma, pero advirtió que la CGT “naturalmente no lo comparte”.