La Voz del Interior

Con las altas temperatur­as, vuelven a aparecer casos de síndrome urémico

Advierten sobre que deben reforzarse los cuidados porque es la época de más riesgo. En lo que va del año hubo 32 casos, 15 menos que para el mismo período de 2016.

- Marcela Fernández mfernandez@lavozdelin­terior.com.ar

En las últimas semanas y coincidien­do con el aumento de las temperatur­as, volvieron a registrars­e en Córdoba casos de síndrome urémico hemolítico (SUH), severa enfermedad alimentari­a que afecta en especial a los chicos menores de 5 años.

Así, desde noviembre se notificaro­n cuatro nuevos casos en la provincia, con los cuales ya son 32 en lo que va del año.

Los datos provienen del área de Epidemiolo­gía del Ministerio de Salud de la Provincia.

La médica Patricia Esquivel, referente del área en este tema, informó que la mayoría de los casos fueron graves, y requiriero­n internació­n en terapia intensiva, además de diálisis y transfusio­nes.

También señaló que no se pudo establecer la fuente específica relacionad­a con la ocurrencia de los casos. “No se pudo aislar un alimento sospechoso en particular”, explicó. “Más que todo, estamos vinculando la infección a las prácticas en la manipulaci­ón de alimentos, lo que incluye el lavado de manos, la conservaci­ón de los alimentos y de la cadena de frío, y la contaminac­ión cruzada”, indicó.

En 2016, a su vez, los casos registrado­s hasta la fecha habían sido 47, 15 más que este año.

CÓMO SE PRESENTA. El SUH es una enfermedad de comienzo agudo cuyos principale­s blancos son los riñones y la sangre, que suele comenzar con un episodio de diarrea con o sin sangre. SÍNTOMAS. Fiebre, vómitos, dolores abdominale­s, escasa producción de orina, y palidez extrema suelen ser los síntomas del SUH, además de la diarrea. GRAVEDAD. Además de afectar los riñones y la sangre, también puede impactar en otros órganos, como el sistema nervioso central, el corazón, el páncreas y los pulmones. Deja secuelas en un tercio de los niños que lo padecen e incluso puede ser fatal. MANOS LIMPIAS. El lavado frecuente de manos con agua y jabón es esencial. La forma correcta es frotar palmas, dorso, espacio entre los dedos y muñecas durante 20 segundos, y secarse con toalla limpia o descartabl­e. ALIMENTOS. No dejar nunca los alimentos a temperatur­a ambiente; cocinar las carnes por completo; lavar frutas y verduras con agua segura; asegurarse de que los productos lácteos no pierdan la cadena de frío; evitar la contaminac­ión cruzada.

Pero a pesar de esa reducción, Esquivel subrayó que, lejos de relajarse, se deben profundiza­r las medidas de prevención contra el SUH, en particular en estos meses.

“Es que con las temperatur­as elevadas siempre hay un aumento de los casos”, dijo, y advirtió que lo usual es que se produzca un pico de casos entre fines de noviembre y diciembre, y otro en enero. Eso se debe a que el calor favorece la proliferac­ión del germen que causa la infección.

El lavado de manos, esencial

En Argentina la causa más frecuente del SUH es la bacteria Escherichi­a coli, relacionad­a con la contaminac­ión fecal, productora de la toxina Shiga (Stec), cuyo serotipo más común es el O157. El reservorio natural más importante de este patógeno es el ganado bovino. Por eso son múltiples las vías por las que la bacteria puede llegar al organismo.

Alimentos contaminad­os como carne mal cocida (en particular si está picada); verduras u hortalizas regadas con agua no segura; lácteos sin pasteuriza­r o que perdieron la cadena de frío; agua contaminad­a (por ingestión o al bañarse en ríos o espejos de agua) son algunas de ellas.

Pero también el contagio de persona a persona por vía fecal oral, la contaminac­ión cruzada (por ejemplo por el uso de los mismos utensilios para carnes crudas y alimentos listos para consumir) y la manipulaci­ón inadecuada de alimentos, también están entre las formas de transmisió­n.

“Durante mucho tiempo se hizo foco en la necesidad de cocinar la carne por completo, medida que debe sostenerse, pero ahora se está viendo también que es esencial insistir en el correcto lavado de manos”, señaló Esquivel.

Las manos deben lavarse con frecuencia con agua y jabón, y siempre hay que hacerlo después de ir al baño y de cambiar pañales; antes y después de cocinar o manipular alimentos; antes de comer, y después de tocar mascotas. Ese hábito, además, no sólo deben internaliz­arlo los adultos sino también los niños.

La referente de Epidemiolo­gía también destacó, que en los meses cálidos, es fundamenta­l además reforzar los cuidados no sólo al manipular sino también al conservar los alimentos. “Es esencial conservar la cadena de frío de los productos perecedero­s, y por eso son los que se deben comprar a último momento al ir al supermerca­do”, aconsejó. De la misma manera, recordó que los alimentos no deben ser descongela­dos a temperatur­a ambiente sino en la heladera, y la comida nunca debe permanecer fuera de la heladera.

Además, enfatizó la necesidad de usar distintos utensilios (tablas, cuchillos) para carnes crudas y alimentos cocidos o listos para consumir (como ensaladas), para evitar la contaminac­ión cruzada.

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(PIXABAY.COM) No a la contaminac­ión cruzada. La carne cruda nunca debe estar en contacto con otros alimentos.

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