Dos bebés ahogados a causa de accidentes en piletas
Ocurrieron en una guardería de Anisacate y en una vivienda familiar de Argüello Norte. Hospitales cordobeses con internación pediátrica registran 30 accidentes por verano.
Dos desgraciados accidentes ocurridos en piletas el martes se convirtieron ayer en tragedia. Los bebés que habían caído al agua fallecieron con diferencia de horas.
En la madrugada se confirmó el deceso en el Hospital de Niños del pequeño Theo Rodríguez, de 1 año y 9 meses, quien fue hallado sumergido en una pileta de lona de una guardería de Villa Anisacate, en el departamento Santa María.
Por la tarde, desde el hospital Infantil de Alta Córdoba, comunicaron la muerte de un pequeño de 1 año y 2 meses, que había sido res- catado de una pileta familiar en Argüello Norte.
La Justicia tomó intervención en el caso de Anisacate, mientras que la comuna dispuso la clausura de la guardería.
Cada verano, los tres hospitales de la ciudad de Córdoba con internación pediátrica atienden unos 30 casos de niños que han sufrido accidentes en el agua.
La mayor cantidad de sucesos se registran en piletas de viviendas familiares, y luego siguen los accidentes en ríos, en arroyos y en lagos.
Los especialistas recomiendan extremar los cuidados cuando los pequeños están cerca del agua.
Las muertes de dos niños como consecuencia de asfixia por inmersión conmocionaron ayer a la provincia.
Theo Rodríguez, un bebé de 1 año y medio, falleció en la madrugada en el Hospital de Niños tras haber caído en una pileta de lona en una guardería de Anisacate, mientras que otro de 1 año y 2 meses –cuyo nombre fue mantenido en reserva por pedido de la familia– perdió la vida por la tarde en el hospital Infantil.
Las directoras de tres de las principales instituciones públicas sanitarias de Córdoba que tienen internación de ese segmento etario –los hospitales de Niños, Infantil y Pediátrico– afirman que estos casos forman parte del triste cronograma habitual de emergencias típicas del período estival.
“Cada año recibimos unos 20 ahogados, el mayor porcentaje, unos 15, en verano”, afirmó María Eugenia Gordillo, jefa del Servicio de Emergencias del Hospital de Niños. Similar estimación realizó Viviana Dotti, directora del hospital Infantil, de la Municipalidad de Córdoba. Su par del hospital Pediátrico del Niño Jesús, Silvia Ferreyra, recordó que el año pasado, en el establecimiento que conduce recibieron cuatro casos, un número que también suele mantenerse estable.
Eventualmente, también hay internaciones por esa causa en el Misericordia, pero el subdirector, Rodolfo Boné, aclaró que el verano pasado no se registraron ingresos por casos como este.
Prevención
Los profesionales consultados insistieron en la necesidad de advertir sobre los riesgos asociados con la temporada, que afectan fundamentalmente a los más pequeños.
“No importa si en una casa no hay pileta. Un niño se puede ahogar en 10 centímetros de agua, en un balde, por ejemplo. Entre el año y los 2 años de vida, los niños comienzan a deambular con inestabilidad. Además, su cabeza es grande en proporción al resto del cuerpo y les cuesta enderezarse cuando caen sobre el agua”, explicó Dotti. “Por eso hay que estar pendientes de ellos permanentemente; cuando están en el agua, el adulto a cargo ni siquiera debería darse vuelta. Tampoco hay que confiar en los salvavidas que a esa edad no brindan seguridad”, añadió.
“Los casos llegan fundamentalmente desde domicilios particulares –por el uso de piletas– y, en segundo lugar, desde zonas con ríos”, precisó Gordillo, quien enfatizó la importancia de no dejar a los pequeños al cuidado de hermanos mayores.
Aunque los especialistas coinciden en la importancia del entrenamiento en maniobras de resucitación cardiopulmonar (RCP) –capacitación que se ofrece en cada vez más lugares de la provincia– Gordillo destacó que “la única seguridad es prevenir el accidente”.
Ferreyra informó que actualmente se están desarrollando en el Pediátrico talleres de prevención en salas de espera y apuntó que la importancia de la RCP es que después de los tres minutos sin oxígeno en sangre el niño puede quedar con secuelas, por lo que la aplicación de maniobras en el primer minuto puede ser determinante.
UN NIÑO SE PUEDE AHOGAR EN CUALQUIER SUPERFICIE. DEBEN TENER SUPERVISIÓN PERMANENTE. LA ÚNICA SEGURIDAD ES PREVENIR EL ACCIDENTE.
María Eugenia Gordillo, Hospital de Niños
DESPUÉS DE TRES MINUTOS SIN OXÍGENO EN SANGRE, EL NIÑO SUFRE SECUELAS NEUROLÓGICAS. POR ESO EL PRIMER MINUTO ES CLAVE. Silvia Ferreyra, hospital Pediátrico del Niño Jesús