Hilda Lizarazu, vigente en el rock
La artista habla de la permanencia en la escena argentina. Actúa en Córdoba.
Camaleónica y versátil, hace 30 años que Hilda Lizarazu transita los sinuosos caminos del rock nacional sin despeinarse ni perder su identidad. Es una de las sobrevivientes de una época dorada que no tiene conflictos al evocar aquel pasado que le dio tanto porque –como ella misma asume– tiene el ojo siempre en lo que está por venir.
Consultada acerca de qué rol juega la nostalgia en los tributos al rock argentino que se realizaron durante el último año –y que tendrá su correspondiente noche mañana en el Evento Anual de las Colectividades de Alta Gracia–, Lizarazu dice sin titubear: “Yo respeto el pasado y espero el futuro, pero no soy nostálgica. Me gusta la idea de homenajear. Me gusta que muchos de los protagonistas estén todavía haciendo música porque eso significa que el rock argentino está vivo”.
Durante el último año, los festivales, la televisión y los sellos discográficos se hicieron eco de las “bodas de oro” del llamado rock nacional, al que ahora se trata de denominar como rock argentino. Aquel puntapié inicial fue La Balsa de Lito Nebbia, un tema que Lizarazu incluyó sin tanta premeditación en su último disco, llamado Las vueltas de la vida (2015), al que pronto dejará atrás, ya que se encuentra trabajando en material nuevo para fin de año.
Pese a no ser nostálgica, asegura que se reconoce “absolutamente” en sus inicios como artista junto a Los Twist y en los primeros discos de Man Ray. “En ese entonces no sabía que iba a terminar siendo ni una referente, ni una pionera, ni nada. Eso no me lo creía. Ahora me doy cuenta de que sigo haciendo música, sigo subiéndome a los escenarios y eso me da mucho placer”, agrega.
A punto de arribar a Córdoba para una serie de conciertos que la tendrán como protagonista durante el fin de semana en las Sierras, Hilda Lizarazu adelanta que su show de mañana en Alta Gracia será un repaso por su carrera a través de una banda armada exclusivamente para la ocasión y que compartirá con sus colegas Javier Calamaro, Marcelo Moura y Leo García. “Yo voy a tocar clásicos de mi repertorio, pero el espectáculo es un multishow de cuatro figuras del rock argentino que estaremos homogeneizados por una banda”, explica.
El futuro ya llegó
¿Para seguir vigente después de 30 años hay que estar atento a lo nuevo? Esa pregunta le genera tanto ruido a la artista que prefiere despegarse de la idea de “lo último”. Entones aclara: “Yo nunca fui de seguir mucho las modas. Si estoy vigente es porque lo clásico es también moderno. No estoy atrás del trap, ni del hip hop, ni del rap, que son los movimientos de los jóvenes. No estoy con esa músi- ca, ni con esos públicos”.
Lo mismo le generan las nuevas tecnologías, pese a que en su cuenta de Instagram se la ve muy cómoda con el costado estético que propone esa red social. Quizás se deba a su faceta como fotógrafa, lo que le da a su forma de comunicación con los seguidores un criterio artístico particular.
“A mí, la sobredosis no me gusta. Creo que provoca mucha distracción y poca presencia. Todo eso si lo tomás en exceso, pero si lo utilizás como medio de comunicación para decir dónde tocás y lo acompañás con una linda foto, es un canal más para llegar al público”, asegura la responsable de discos emblemáticos como Man Ray, Perro de Playa y Hombre Rayo, de su famosa banda, o Gabinete de curiosidades y Las vueltas de la vida, como solista.
Por último, la pregunta infaltable tiene que ver con su condición de mujer en un mundo minado de hombres: el de la música. Cuando se le consulta por alguna experiencia hostil, asegura que nunca fue maltratada por sus colegas, aunque sí reconoce que el público de ciertas bandas le hizo difícil algunos conciertos.
“Si compartía escenario con Pappo o con los Ratones Paranoicos, y los que iban esperaban por ellos y de pronto les aparecía una mina que cantaba otra cosa... ahí sí tuve algún que otro episodio en el que me sentí incómoda”, confiesa Hilda.
“AHORA ME DOY CUENTA DE QUE SIGO HACIENDO MÚSICA, SIGO SUBIÉNDOME A LOS ESCENARIOS Y ESO ME DA MUCHO PLACER”.
“A MÍ, LA SOBREDOSIS NO ME GUSTA. CREO QUE PROVOCA MUCHA DISTRACCIÓN Y POCA PRESENCIA”, ASEGURA SOBRE LAS REDES.