La Voz del Interior

Solidarida­d.

Lucas Silva jugará con Poeta Lugones en la Liga Nacional y fue citado a una preselecci­ón argentina. Pero necesita ayuda para comprar una silla especial. Acá, su historia.

- (R. VIÑUELAS)

Lucas Silva fue citado a la preselecci­ón de básquet adaptado. Pero necesita ayuda para tener una silla de ruedas.

Los sueños se persiguen. Lucas Silva lo tiene en claro. Con 19 años, es uno de los jugadores que se prepara para jugar por primera vez la Liga Nacional, con Poeta Lugones, y es uno de los convocados a la preselecci­ón argentina de básquet sobre silla de ruedas. Su nivel deportivo crece gracias a su talento y, sobre todo, su esfuerzo. Pero necesita de una ayuda para poder seguir avanzando: una nueva silla de ruedas.

“Tengo una silla, pero es muy grande. Le pedí prestada al técnico una silla que compró el año pasado. Me anda mucho mejor, pero no es acorde a mis medidas y necesidade­s. Últimament­e me trae problemas en la pierna, porque me duele. Es una cuestión de comodidad. Necesito una silla acorde a mi cuerpo. Forma parte de mi cuerpo y tiene que calzar bien. Es como los botines para un futbolista”, graficó en su charla con Mundo D.

Lucas inició una campaña a través de su cuenta en Facebook (facebook.com/lukas.silva.562329) en la que pide ayuda para juntar el dinero que le hace falta para adquirir ese implemento. “La silla la hace un fabricante de Estados Unidos que se llama Performanc­e. Tiene una página en la que vas armando la silla como la necesitás. Yo la armé y me sale unos 6.000 dólares, son unos 122 mil pesos”, explicó.

Incluso, para poder reunir esa suma, puso a la venta un Smart TV, una Play Station completa con cinco juegos y un home teather. Pero, de a poco, van apareciend­o los solidarios, los que apuestan por aquellos que persiguen sus sueños: “Mi hermano trabaja en Pastas Danal y el jefe le dijo que me iba a dar una ayuda económica”.

Está muy contento con la manera en la que se fue difundiend­o su campaña en redes y ahora espera que todas esas buenas intencione­s se transforme­n en el dinero necesario. Además de poder contactarl­o por el Facebook también se lo puede ubicar en el teléfono (0351) 152-747706. Y abrirá una cuenta para que le puedan depositar el dinero aquellos que tengan esa posibilida­d.

Siempre ligado al deporte Lucas Silva nació en Lavalle, una pequeña localidad de 2.400 habitantes que tiene la particular­idad de estar justo entre Catamarca y Santiago del Estero. “Una vía que pasa por el pueblo separa a las provincias. Pero yo nací del lado de Catamarca, porque ahí está el hospital”, contó.

Lucas padece una agenesia de fémur, tibia y peroné, por lo que tiene los huesos cortos de su pierna. “A Córdoba llegué en 2007 por una cuestión de médicos. Acá me podían atender mejor y se dio que a mi mamá la transfirie­ron del trabajo para acá”, explicó sobre su arribo a la Docta. Hoy vive en Villa Urquiza y la silla de ruedas le resulta fundamenta­l no sólo para la competenci­a: “Ando con la silla para cuidar los hombros porque los bastones me traen problemas”.

Su relación con el deporte es desde hace años. “Empecé a jugar en Villa Allende por un amigo de la familia, Dante Héctor Acuña. Después el equipo se fue desarmando, pero él me ayudó a estar en selección argentina de atletismo. Gracias a él practiqué natación y fútbol para amputados. Siempre me alentó a hacer deportes. Después llegué a Poeta Lugones y hace cinco años que juego acá”, recordó Lucas.

Ahora, junto con un compañero de Poeta, Cristian Torres, fueron convocados para la preselecci­ón argentina: “Con Cristian nos vamos del 16 al 18 de este mes a la concentrac­ión que se hará en el Cenard. Entrenamos para el Mundial de Hamburgo, Alemania. Comparado con otros jugadores argentinos que juegan en España e Italia, me falta muchísimo para estar a la par de ellos. Igual, uno no pierde la esperanza de poder estar. Después, en noviembre estarán los Odesur, que son clasificat­orios para los Parapaname­ricanos, que es a lo que aspiramos”, reseñó.

De todos modos, sabe que el deporte no es todo. Quiere terminar el colegio: “Dejé el estudio para abocarme completame­nte al básquet. Hoy me arrepiento porque el deporte en algún momento se termina. En marzo voy a ir a un Cenma (bachillera­to para adultos) para completar el secundario por la noche”.

LUCAS JUEGA CON UNA SILLA DE RUEDAS PRESTADA POR SU ENTRENADOR.

LA QUE NECESITA CUESTA UNOS 122 MIL PESOS.

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(RAIMUNDO VIÑUELAS) En plena acción. Lucas está vestido con la camiseta de la selección argentina, su gran sueño. La silla de ruedas que utiliza ahora no se adapta a su cuerpo y busca una nueva.

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