El rugby también es cosa de ellas
En tiempos de violencia machista, las mujeres responden dentro de la cancha. Crónica del primer torneo femenino organizado por “ellos”.
Es el primer sábado de febrero y Villa Carlos Paz arde. Cada rincón vibra con la fiebre turística que invade arroyos, playas, hoteles y restaurantes. La jornada es tórrida, pero el viento que llega del lago ofrece una pausa a esa suerte de combustión que invadió a Córdoba en los últimos días.
El Carlos Paz Rugby Club, a la vera del San Roque, es el escenario de un evento distinto: un seven femenino al lado de una feria gastronómica. Rugby y sabores apenas separados por unos metros. Las chicas corren, se pasan la pelota y tacklean sin piedad. Al costado de la cancha se ven familias que merodean los food trucks y buscan algún refresco para pasar el calor.
En tiempos en que la violencia machista se expresa de mil maneras, las mujeres responden adentro de la cancha. Y cada vez son más. El año pasado, Córdoba alcanzó las 220 jugadoras fichadas, el mayor número de todas las uniones del país.
El torneo fue para el equipo Sirenas de San Luis, aunque lo más importante fue que sirvió como puntapié para reflexionar sobre el papel de la mujer en un deporte dominado por hombres.
“Todavía hay muchas personas que no aceptan que una mujer juegue al rugby. Nunca vieron un partido y me dicen: ‘Pero vos sos muy femenina para ese deporte’. Y sí. No tengo que ser hombre para jugarlo. Todas podemos hacerlo”, dice Ariana Pérez, jugadora de La Tablada, mientras aplica una bolsa de hielo a su pierna derecha.
Ariana es rubia, de ojos azules y sonrisa generosa. Se expresa con firmeza. “A muchos varones de mi club les encanta el rugby femeni- no. Otros te dicen: ‘Nunca iría a verlas’. Es parte del desarrollo. Hoy la sociedad está más abierta”.
El primer torneo de “ellas” fue organizado por Skills Rugby Academy y tuvo respaldo de la Unión Cordobesa, el Gobierno provincial, la Agencia Córdoba Deportes y la Secretaría de Turismo de Villa Carlos Paz. Sin embargo, el apoyo de la Secretaría de Equidad provincial le dio al evento un viso diferente. Victoria Moncada, titular del programa Córdoba con Ellas, lo dejó bien claro: “Es un torneo organizado por varones para que disfrutemos las mujeres. Apoyamos a todas aquellas que rompen estereotipos y que con su ejemplo ayudan a construir un mundo diferente. Ellas están desarrollando nuevos roles que tiene la mujer en la sociedad”.
Guillermo Taleb, entrenador del seleccionado cordobés femenino, no deja de asombrarse por la entrega de las mujeres. “Cuando entran a la cancha corren, tacklean y se golpean igual que los hombres. Y es genial su capacidad para aprender. Quizás, al empezar de grandes, estén menos acostumbradas a las caídas, pero son muy sacrificadas”, sostuvo. “Son muy apegadas a los valores que enseña este deporte. Lo noto en la amistad y en el vínculo que generan entre ellas”, agregó.
Débora Reyna, Julieta Oliva y Daniela Reyna llegaron a Villa Carlos Paz desde Villa del Rosario. Las tres juegan en Las Chelcas, el equipo del club Promesas del Norte. Acaban de jugar un partido y, después de refrescarse, se abrazan fuerte para una selfie colectiva. No hay dolor. O al menos, ninguna se queja de los magullones. “Cuando le contás a un varón que jugás al rugby se sorprende. Es algo que ni se imaginan ellos. Pero a mí me encanta. El compañerismo que nace es diferente al de cualquier otro deporte”, cuenta Oliva.
Renata Giraudo, jugadora de la “U” y de Las Pumas, pasó sin escalas del atletismo al rugby. “A mí no me gusta golpearme, pero me encanta la adrenalina que genera la competencia. Ese ‘no sé qué’ del deporte que te lleva a correr, a tacklear”, dice con entusiasmo. Para ella no hay diferencias en cuanto a la actitud de las mujeres. “El espíritu competitivo es el mismo. Por lo menos en mi equipo, tenemos muchas ganas de ganar y de disfrutar. Nos divertimos, pero el objetivo final es ganar”, cerró.
Cae la tarde y las chicas de Las Sirenas festejan, cerveza en mano, el título que obtuvieron en la final ante Invitación Imperial. El resto aplaude al campeón.