El paro de transportistas ya golpea al agro cordobés
Riesgo de desabastecimiento y amenaza de suspensiones impactan fuerte en el sector. El Gobierno concedió un aumento del 12,5% en la tarifa de referencia, pero el conflicto continúa.
El conflicto por el paro de transportistas de granos cumplió ayer su octavo día y las consecuencias de esa acción ya comenzaron a sentirse con fuerza en varios eslabones de la cadena de producción en nuestra provincia, como así también en otras zonas del país donde se concentra la actividad agrícola.
En ese marco, cámaras y federaciones vinculadas a la industria molinera advirtieron ayer sobre problemas en cuanto al abastecimiento del campo a las fábricas, como consecuencia de la paralización del transporte.
La Bolsa de Cereales de Córdoba aseguró que la medida de protesta ya ha causado “pérdidas irreparables” y habló de “inminentes suspensiones de personal”.
Además de los molinos, comenzó a ser crítica la situación en aceiteras, plantas de bioetanol y criaderos de animales.
La protesta de los transportistas denominados “autoconvocados” incluye piquetes en los que se retienen a los camiones con cargas de granos. En nuestra provincia, los retenes se concentran en las localidades de Sinsacate y Pilar.
Según estimaciones de la cadena agroindustrial, las pérdidas diarias por la medida llegan a los 100 millones de dólares en el país.
El conflicto está centrado en un reclamo por el valor de la tarifa de referencia para los fletes. Ayer, pese a que el Gobierno nacional intervino y medió entre los transportistas, las cámaras de camiones y el agro –y logró el acuerdo para un aumento de los fletes del 12,5 por ciento–, los transportistas autoconvocados no levantaron el paro y debatían anoche, al cierre de esta edición, cómo continuaban con la medida.
Mientras tanto, funcionarios provinciales y nacionales, conjuntamente con las fuerzas de seguridad, buscaban alternativas para desbloquear los piquetes, aliviar la situación en las rutas y restablecer el abastecimiento a las industrias afectadas por la medida.
La protesta de transportistas de granos que se reconocen como “autoconvocados” cumplió ocho días ayer y las esquirlas del conflicto han comenzado a impactar en toda la cadena agroindustrial de Córdoba y el país.
La Bolsa de Cereales de Córdoba emitió un comunicado en el que dijo que se están provocando “pérdidas irreparables” y habló de “inminentes suspensiones de personal”, algo que ya habría sucedido en algunas plantas cordobesas. Aceiteras y plantas de bioetanol están entre las más perjudicadas.
Del mismo modo, la Federación Argentina de la Industria Molinera alertó sobre problemas de abastecimiento de trigo, para la producción de harinas, lo que podría derivar en inconvenientes para la provisión de pan y pastas.
El propietario de uno de los molinos más grandes de Córdoba ratificó a La Voz que están operando “a media máquina”. “Todos los molinos estamos afectados porque no dejan cruzar cereales por los asentamientos”, indicó.
Esta suerte de piquetes (no interrumpen el tránsito a todos los vehículos de cargas si no sólo a los camiones que llevan granos) ha complicado también a las granjas porcinas y avícolas, y a productores de carne bovina en feed lots, que tienen al maíz como insumo para alimentar sus animales.
Alfonso Aguilera, vicepresidente de la Cámara de Productores Porcinos de Córdoba (Cappcor), dijo que “indudablemente” la mayoría de los establecimientos que producen cerdos está sufriendo o en riesgo por estas trabas. Del mismo modo, Carlos Di Sandro, integrante del grupo Pormag, sostuvo que “es complicado el tema, porque hay muchas granjas que trabajan con stock acotado; necesitan uno o dos camiones por día; y los animales como máximo pue- den estar un día sin comer”.
De todos modos, conscientes del perjuicio que está generando esta situación y de la imagen negativa que esto genera en la sociedad, algunos de los piquetes están flexibilizando el paso de algunos camiones, como en Sinsacate, donde sólo frenan los que llevan granos al puerto de Rosario.
Camiones y barcos Precisamente, las industrias exportadoras ubicadas a la vera del Paraná son las que más están sufriendo este bloqueo: de acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario, el ingreso diario de camiones cayó de 3.200 en la última semana de enero a 850 entre el lunes y ayer. Del mismo modo, se estima que en los puertos del Gran Rosario, Necochea y Bahía Blanca hay 65 barcos varados a la espera de cargar mercadería; cada uno, tiene un costo diario de entre 15 mil y 20 mil dólares. Es decir, un perjuicio cercano al millón de dólares por día sólo por este concepto.
Mientras tanto, ayer una “Mesa de Diálogo” conformada por las entidades agropecuarias, la Federación Nacional de Acopiadores y las asociaciones de transportistas, acordaron un incremento tarifario orientativa del 12,5 por ciento.
Esto no frenó, por ahora, el reclamo de los autoconvocados, que precisamente lo que buscan es que ese valor deje de ser sólo de referencia y se transforme en obligatorio, controlado por Afip. Este grupo no es reconocido por los transportistas “oficiales”, que en la Mesa de Diálogo plantearon su repudio a las protestas ocurridas durante la última semana, que incluyeron en algunos casos extremos hasta la quema de camiones.
En las últimas horas, surgió un rumor de que los autoconvocados levantarían las protestas tras una supuesta reunión que mantendrían con el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, algo que al cierre de esta edición no ocurrió. A la vez, cabe mencionar que los autoconvocados, en general, no están unidos ni tienen un interlocutor. un costo de entre 15 mil y 20 mil dólares, que deben ser afrontados por los exportadores.
SECTORES AL BORDE DEL DESABASTECIMIENTO. Es crítica la situación de molinos, aceiteras, plantas de bioetanol y criaderos de animales. Hay sectores que están comenzando a suspender personal, según advirtió ayer la Bolsa de Cereales de Córdoba. NOVENO DÍA. La protesta de los transportistas incluye piquetes que retienen a los camiones que transportan granos. Se registraron actos de sabotaje.