La Voz del Interior

Un conflicto que se sentirá en la economía Juan Turello

- Juan Turello Más y menos jturello@lavozdelin­terior.com.ar

No será gratis para la economía el conflicto entre Mauricio Macri y Hugo Moyano. El Presidente y uno de los dirigentes sindicales más influyente­s tenían –hasta diciembre último– una relación cordial. Aunque con idas y vueltas, fue la misma que mantuviero­n en los ocho años durante los cuales Macri encabezó la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.

¿Qué pasó ahora? La Unidad de Informació­n Financiera (UIF) detectó un trasiego de dinero entre el gremio de Camioneros, el club Independie­nte de Avellaneda y la empresa OCA –atribuida a Moyano–, que implicaría la comisión de varios delitos, entre ellos el de lavado de dinero.

Junto con el avance de las investigac­iones financiera­s y de la Justicia, el “clan Moyano”, como se identifica a Hugo, a su esposa y a sus hijos Pablo y Facundo, comenzó a levantar las banderas de reivindica­ción sindical y a exponer una férrea oposición a la reforma laboral, proyecto que se postergó para marzo. En suma, volvieron a la lucha gremial.

Los tentáculos de la UIF ya fueron claves para detectar las maniobras millonaria­s de una decena de gremialist­as, quienes se apoderaron de los sindicatos e hicieron negocios con las empresas que les prestaban servicios, las cuales eran conducidas por familiares o testaferro­s. O, como sucedió en el caso de la Uocra de La Plata, hicieron fortunas extorsiona­ndo a las constructo­ras.

Con el ropaje de gremialist­as, pero con la práctica de empresario­s o patoteros, estos hombres de negocios no advirtiero­n que hoy la tecnología detecta todos los movimiento­s de dinero, ya sean depósitos, transferen­cias, gastos en el exterior o de las tarjetas de crédito. Sólo el narcotráfi­co y la corrupción siguen “pesando” valijas llenas de dinero. Justicia y olvidado por los gremios de peso. La marcha que convocó para el 21 de febrero tendrá –entre los movilizado­s– más militantes kirchneris­tas (CTA y otras agrupacion­es), de organizaci­ones sociales opositoras a Macri y de partidos de izquierda, que camioneros y trabajador­es.

Con todo, la marcha se presume multitudin­aria. La manifestac­ión será contra las políticas del Gobierno (Jorge Triaca será una de las “figuras” ganadoras en los carteles), más que en apoyo de las desventura­s de Moyano.

Las pérdidas del “clan Moyano” son evidentes: la obra social corre riesgo de intervenci­ón, las empresas pueden ser inhabilita­das y los patrimonio­s de sus integrante­s estarán bajo la lupa de jueces, de la UIF y de la Afip.

Aun así, el clan maneja un resorte clave de la economía del país, como es el transporte de dinero, de combustibl­es y de alimentos. No está totalmente derrotado.

Los dirigentes rurales sospechan que los camioneros están detrás de los piquetes en las rutas de los dueños de camiones, quienes reclaman una tarifa única para las cargas. Al fin de cuentas, un aumento en la tarifa implicaría un incremento de la remuneraci­ón que recibirían los empleados de los dueños de los camiones.

Pero Macri también dejará retazos en esta pelea, y la economía sumará costos. Los gremios que no apoyan la movilizaci­ón festejan el guiño oficial a que se negocie en paritarias un aumento del 15 por ciento, con “cláusula gatillo”. El Gobierno pretendía una “cláusula de renegociac­ión” y no que se acuerde una suba automática de salarios. El ministro Nicolás Dujovne pierde en esta partida.

Con seguridad, habrá otros reclamos y acuerdos que se mantendrán en reserva. Los costos pueden ser incalculab­les.

La logística es uno de esos costos –junto al impositivo, la burocracia y el salarial– que la Argentina debe adecuar a la economía global, para evitar la invasión de productos extranjero­s y la pérdida de inversione­s y puestos de trabajo locales.

El costo de la logística supera en 24 por ciento al de Brasil, según la Asociación Latinoamer­icana de Logística (Alalog).

En ese tema, el Gobierno también lo está acorraland­o a Moyano: el desarrollo de los ferrocarri­les de carga (aunque “el plan Belgrano” tarda en arrancar), las hidrovías y “la revolución de los aviones” les quitarán a los camiones el cuasi monopolio del transporte.

El costo argentino Moyano está acorralado en la

EL “CLAN MOYANO” PUEDE IR PERDIENDO EN LA JUSTICIA Y EN LA POLÍTICA, PERO AÚN MANEJA EL MOVIMIENTO DEL DINERO, DE LOS COMBUSTIBL­ES Y DE LOS ALIMENTOS EN EL PAÍS.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina