Sodero, entrenador de arqueros, no le ve techo al arquero celeste

Javier Sodero, quien fue guardameta del Pirata a principio de los ‘90, llegó de regreso a Belgrano junto al cuerpo técnico de Pablo Lavallén como entrenador de arqueros. Y, desde su arribo, los arqueros están bajo su supervisión. Al referirse al presente de Lucas Acosta, sostuvo: “Es un arquero con una gran potencia de piernas y, a partir de allí, logra resolver situaciones que para otros arqueros pueden llegar a ser muy complejas. Además, tiene entrenado ese aspecto y no es poco eso”.

Quien fue arquero de Belgrano en el ascenso de 1991, agregó: “Técnicamente está muy dotado. Y es como deben ser los arqueros: obsesivo a la hora de trabajar sobre el error. Es muy profesional y eso es fundamental para su crecimiento”.

Acosta lleva 33 partidos en el arco Celeste y en el juego ante Olimpo cometió un error, pero allí aflora otra de las virtudes: “Es fuerte de la cabeza. Y una de las grandes virtudes que tiene es entender con rapidez lo que le decís. Le marcás un error, lo mira, lo analiza y rápidamente va sobre ese error para corregirlo; y eso habla de su poder mental, que lo lleva a sobreponerse”.

En lo técnico, Acosta también tiene cosas para destacar y una de ellas es “su pegada”.

“El golpe que tiene es buenísimo, saca a la distancia que quiere. Tiene muy regulada la pegada a larga o corta distancia y en algunas ocasiones eso le puede jugar en contra, porque se confía tanto en su pegada que comete errores, como fue ante Olimpo. Pero la potencia que posee es muy buena”, añadió. Aunque no todas son “flores” para el “Loco” Acosta, porque Sodero afirmó: “Tiene que bajar el nivel de ansiedad. Algo que está trabajando y que, seguramente, irá corrigiendo con el paso del tiempo. Porque él trasmite seguridad, pero cuando hay mucho grado de ansiedad, puede que se transformé en inseguridad... el apuro es mal consejero. Pero ya está corrigiendo todo lo que se le va marcando. Entendamos que recién empieza, la experiencia lo aplomará y lo hará seguir creciendo. Su techo está muy lejos todavía”.