Macri, en el centro de todo
La novela de supuestos favores arbitrales hacia Boca tuvo ayer un nuevo aporte, en la más alta esfera, cuando el presidente Mauricio Macri recibió en Casa de Gobierno a Guillermo Barros Schelotto, el DT de Boca, en un inoportuno encuentro que disparó aún más suspicacias. El domingo, Macri fue el blanco de la furia de los hinchas de River, tras el pésimo arbitraje de Jorge Baliño en el 2-2 ante Godoy Cruz. En el imaginario de los hinchas existe un plan para favorecer a Boca orquestado desde lo más alto del poder político.
El director de Arbitraje Nacional, Horacio Elizondo, hizo autocrítica: “Estamos preocupados. Te preparás toda la semana para ganar y te das cuenta de que perdiste 5-0. No me junto con Macri a organizar arbitrajes”, graficó.
La guardia alta
River busca superar la crisis futbolística que lo aletarga en las posiciones de la Superliga, pero los fallos arbitrales que lo perjudicaron en el empate con Godoy Cruz como local reforzaron su “guardia alta”, la denominación en señal de advertencia utilizada por su entrenador, Marcelo Gallardo.
En la segunda semana de enero, Gallardo dijo que el club debía tener “la guardia alta” porque el presidente la Nación, Mauricio Macri, y el titular de la AFA, Claudio Tapia, son reconocidos hinchas de Boca. Las suspicacias aumentaron luego de la igualdad ante Godoy Cruz.
“No voy a hablar más de los árbitros. Dije lo que tenía que decir en su momento y me criticaron mucho, pero mi único anhelo es que no haya nada raro. Quiero creer que no hay nada detrás, pero con noches como esta se hace muy difícil”, declaró Gallardo.
“En estos momentos es cuando todo River tiene que estar más unido que nunca. Nos podrán golpear, quebrar jamás. Abrazo a todos”, publicó en su cuenta de Twitter el presidente de River, Rodolfo Donofrio.
Boca y River se enfrentan el 14 de marzo por la Supercopa Argentina. Habrá un clima bravo.