Caminata musical, bajo las estrellas y sin celular
Otro modo de pasar un día de vacaciones ofrece un músico en las sierras del sur. Suma a gente que elige caminar sin apuro por áreas naturales, en grupo, y con recital incluido.
Sin celular, bordeando espinillos y talas en un sendero que serpentea la zona rural de Berrotarán cercana al balneario de Paso Cabral, una caminata terminó con un recital en una vieja cantera en desuso, bajo la luz de las estrellas y con la Luna asomando tímidamente en el cielo oscuro.
La premisa parecía lograda: desenchufarse, en contacto con la naturaleza, pero con sentido colectivo, en grupo.
Es un modo bien alternativo y diferente de hacer turismo o de pasar un día de vacaciones. La confirmación de que las opciones están y hay que buscarlas.
Unas 50 personas se sumaron a la quinta edición de “Respirando Alrededores”, una iniciativa creada por el músico Hilario Baggini, de Alcira Gigena, que apunta a mostrar paisajes naturales de esta región del sur cordobés –donde las Sierras van bajando y que resulta tan conocida como punto turístico– por medio de caminatas y recitales al aire libre.
Nadie se detuvo ante la tormenta que amenazaba en la tarde del domingo pasado. El grupo se animó a dejar los celulares en sus vehículos y despojado de toda tecnología emprendió la marcha.
“Esta es la tercera caminata a la que vengo, es más mental que física, sin celulares, disfrutando de la naturaleza, con miniconcierto y comida a la luz de las estrellas. Te desenchufa de todo”, contó Ana Otane (33), una de las caminantes que venía de General Cabrera.
Se sumaron varios que valoran la vida de otra manera. Como el José Gigena (57), que tuvo un trasplantado renal, de Berrotarán: “Estoy descubriendo estas caminatas, ahora que tengo vida normal y me levanto feliz”, dijo entusiasmado mientras subía una lomada.
Los nubarrones colmaron la cantera en desuso, convertida en un improvisado anfiteatro natural. En la vieja cárcava, entre piedras, humeaba un fogón que alistaba un plato italiano. Sólo música, entre momentos de silencio, propiciaban un clima relajado.
Cambio de energía
Hubo quienes encontraron la adrenalina al regreso, en la caminata nocturna. Las linternas ayudaron. Roberto Ravetti (47), de Río Tercero, fascinado con la experiencia de la caminata musical, opinó: “Fue muy bueno, estar en contacto con la naturaleza, bajo las estrellas y disfrutar de las sensaciones de estar alejado del ruido de grandes ciudades”.
Muy animada caminó Fany Cara (55), docente de Córdoba: “Me encantó el contacto con el aire libre, un cambio de energía para volver con fuerza a la rutina. Es muy recomendable, vivimos en un momento en el que el ruido nos ha invadido, se necesita silencio para encontrarse con uno mismo”, expuso.
Desde Villa María llegó Héctor Asmus (66), quien aportó que “en