Respiró en el minuto final
Con un golazo en tiempo de descuento, Belgrano se trajo un valioso punto de su visita a Defensa y Justicia.
Epifanio García es el hombre de los goles importantes. No ha jugado mucho desde que llegó a Belgrano en el mercado de pases del invierno. Pero cuando fue convocado, primero por Sebastián Méndez, y ahora por Pablo Lavallén, dijo presente.
Hizo el gol el día de la esperada reinauguración del Gigante de Alberdi. En la fecha siguiente, ante Argentinos Juniors, en La Paternal, marcó el primero del triunfo celeste 2-1. Y anoche, en Florencio Varela y ante Defensa y Justicia, señaló el gol del empate que le permitió a Belgrano llevarse un punto cuando parecía que los tres se quedaban en el camino. A los 48 minutos del segundo tiempo, en el tercero de los cuatro que el árbitro Juan Pablo Pompei había dado de descuento, el delantero paraguayo aprovechó una pelota sencilla que el local perdió cerca de su área y, desde allí, despidió un zurdazo inesperado que se alojó a media altura, al lado de un palo del arco de Ezequiel Unsaín.
Con este gol, que contó con la inestimable colaboración del arquero del Halcón, quien no puso sus manos con la firmeza debida, Belgrano transformó una derrota casi segura, en una igualdad que le sirve para seguir dando lucha en todos los terrenos, empezando por el más importante: la clasificación a una de las copas continentales.
“En lo personal me viene muy bien el gol, porque lo buscaba hace tiempo. Para un delantero, marcar es algo fundamental y ojalá sirva para levantar al equipo y a mí también. Creo que tuve una ayudita del arquero, pero siempre practico y entreno para patear así.”, contó el paraguayo.
El goleador explicó que Belgrano llegó a Buenos Aires para buscar un triunfo que no pudo conseguir y el marcador reflejó los méritos
hecho en cancha. “Fue un resultado justo. Tuvimos ocasiones que no supimos convertir y ellos fueron por momentos superiores. Los dos tuvimos buenos momentos y llevarse un punto no está mal”, aseguró.
Epifanio, con su gol, seguramente le meterá presión a Lavallén. “Ojalá que pueda estar de entrada en los próximos juegos, pero si no es así, estaré expectante para jugar. Los 32 que estamos en el plantel estamos pendiente al 100 por ciento para entrar y dar lo mejor de nosotros”, finalizó.
Más allá de la satisfacción del empate logrado con el último aliento, hay que decirlo claramente: Belgrano tuvo demasiados altibajos. No hizo una buena primera etapa, se mostró más agresivo en la segunda y cuando daba la impresión que estaba más cerca que Defensa del gol, vino el tanto de Ciro Rius a los 30 minutos del segundo tiempo. Los celestes no se entregaron, siguieron buscando con el fútbol de Matías Suárez como el mejor estandarte. Y cuando ya casi no quedaba esperanza ni energías, llegó el gol que le cambió el aire a la noche.
El técnico Pablo Lavallén no quedó conforme con la actuación del equipo. “Me voy con la sensación de que habíamos hecho un partido correcto hasta el gol”, dijo el entrenador, sin convencerse del todo con el resultado. “Defensa tuvo mejor manejo de pelota en el primer tiempo, pero en el segundo empezamos a tenerla nosotros y controlamos el juego. En una jugada que nos desequilibramos, perdimos los centrales en una sola jugada y nos convirtieron de contragolpe. Son esos minutos fatídicos que tenemos cuando más controlado tenemos el partido, porque no se hacen bien los relevos. Nos puede pasar cuando quedan dos minutos y estás jugado, pero no en el minuto 30. Me preocupa que no interpretemos el momento del partido”, explicó Lavallén.
Ahora, en el horizonte celeste espera River el domingo en el Monumental. Ojalá este punto, conseguido en el último suspiro, sirva para fortalecer las chances del equipo y para encontrar una línea de juego que anoche en Varela a veces estuvo, y otras no.
CREO QUE TUVE UNA AYUDITA DEL ARQUERO, PERO SIEMPRE PRACTICO Y ENTRENO PARA PATEAR ASÍ. OJALÁ PUEDA SER TITULAR. Epifanio García
TENEMOS MINUTOS FATÍDICOS QUE NOS CUESTAN CARO. A PESAR DE TODO, RESCATAMOS UN PUNTO. EL OTRO DÍA PERDIMOS DOS.
Pablo Lavallén