La Voz del Interior

Los 8.800 pesos que no le alcanzan a Helena

- Laura González En primera persona lgonzalez@lavozdelin­terior.com.ar

“Con 8.800 pesos no hago nada. Es insignific­ante. Tengo tres chicos a los que también dejo para salir a trabajar. Ya son grandes, pero los gastos son altos siempre”, se queja Helena, una trabajador­a de casas particular­es que hace ocho horas de lunes a viernes en Parque Atlántica, al sur de la ciudad de Córdoba. Sabe incluso que le correspond­ería ir los sábados, pero por eso hace la vista gorda cuando su empleadora llega a las 17 cuando debería irse a las 16. “También la entiendo a ella, que es empleada de comercio y que debe estar ganando 20 mil pesos, casi que me da a mí la mitad”, agrega.

El servicio doméstico tiene hoy uno de los salarios más bajos de la economía argentina: son 8.837 pesos (con retiro) por 48 horas a la semana. El mínimo vital y móvil está, desde julio, en 10 mil pesos. También es cierto que quien lo paga, destina un tercio de su ingreso a cubrir esas tareas domésticas, tomando como base que un trabajador privado registrado hoy tiene un salario promedio de 26.500 pesos. La inmensa mayoría del 1,2 millones de hogares que contrata servicio doméstico son clases medias que necesitan delegar las tareas del hogar para salir a trabajar.

Eso plantea el meollo de la cuestión: ¿quién asume los cuidados? ¿Quién asume el costo de eso? La tarea doméstica es esencial: todos comemos, todos necesitamo­s ropa limpia, todos necesitamo­s acondicion­ar el lugar en el que vivimos. Alguien debe hacerlo. Es una condición sine qua non del sistema capitalist­a: no hay mano de obra posible sin alguien que haga lo doméstico, sin alguien que cuide a los chicos que serán los futuros trabajador­es / ciudadanos de estas economías.

¿Y sobre quién recae el cuidado? La cadena de cuidados es prácticame­nte femenina: la mujer del hogar le dedica el doble de tiempo que sus parejas a las tareas domésticas, trabaje o no fuera del hogar. Siempre asume más carga.

Y si tiene que salir al mercado laboral (por realizació­n personal, por decisión propia o porque con un solo sueldo no alcanza), terminará contratand­o a otra persona, generalmen­te mujer, que haga lo que ella no puede hacer. Y el trabajo doméstico, aunque esencial, es todavía invisible, no reconocido. Por eso, cuando se delega, se paga poco.

“No se las visibiliza como trabajador­as, son ‘domésticas’, hay una rancia costumbre de tratar como doméstico a eso que ocurre dentro del hogar; son vistas como una extensión del tronco familiar, son parte de la casa, de la vida familiar”, cuestiona Dora Barrancos, socióloga y especialis­ta en temas de género.

“Lo ideal es que no haya servicio doméstico, es el fracaso de la vida laboral”, dice con contundenc­ia el economista Jorge Colina, del centro de estudios Idesa. Y argumenta que en los países desarrolla­dos, el servicio es carísimo o se contrata vía inmigrante­s, de modo ilegal. “Y bueno, ahí las tareas son más repartidas en las familias y parejas, porque no hay quién las haga”, dice.

El servicio doméstico sería, según Colina, la única opción que encontró esa persona para obtener ingresos. Más calificada, podría obtener empleos mejor pagos.

Pero también revela que las familias que contratan para el cuidado de chicos no encuentran opciones de calidad y más económicas, como guarderías o colegios con extensión horaria, que sí hay en economías desarrolla­das, propiciado­s por el propio Estado.

En este empleo, además, está la particular­idad de que se ingresa al ámbito íntimo de las familias: se comparten los vínculos y el pulso propio de cada hogar. Eso dificulta muchas veces el encuadre como relación laboral. La ley 26.844 colaboró en darle protección a quien trabaja y reconocimi­ento a esa tarea del cuidado. Pero todavía falta y mucho.

 ?? (NICOLÁS BRAVO) ?? Costo. El salario del servicio doméstico hoy es de $ 8.837.
(NICOLÁS BRAVO) Costo. El salario del servicio doméstico hoy es de $ 8.837.
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina