Un disco dedicado al amor gay
Hernán Cuevas afirma que es el primero de Argentina.
Nacido en Cura Brochero, el cordobés Hernán Cuevas empezó a patinar a los 9 años y siguió firme hasta volverse campeón argentino, pero en la adolescencia tuvo un problema en la columna y los médicos le dijeron que no podía seguir compitiendo.
El mundo parecía derrumbarse para él, pero empezó a cantar de la mano de un amigo y, entusiasmado, en tres meses ya lo hacía en un grupo. Tan en serio se tomó la cosa que estudió canto con maestros líricos y se unió a un grupo vocal de gospel.
Inquieto, se presentó sin suerte en una primera audición teatral en Buenos Aires y 10 años más tarde, cuando se había radicado en la capital cordobesa, se presentó para el “Patinando por un sueño”, ciclo de Marcelo Tinelli, y esta vez quedó seleccionado.
En la ciudad de Buenos Aires se instaló definitivamente y desarrolló una carrera que lo llevó hasta la mismísima final del “Patinando”, lo depositó después en el “Bailando” y ahora lo tiene en su faceta como cantante presentando Amor universal, como denominó al primer disco de temática gay de Argentina, obra en la que un vocalista le canta toda su obra a una persona del mismo género.
“Desde hace mucho tiempo me sentía raro cantándole a un género con el cual no me sentía identificado. Amo a las mujeres, pero al ser gay me sentía coartado al no poder cantarle a un hombre”, manifiesta. “Cuando surgió este proyecto me sentí realmente libre, literalmente en el primer corte digo Eres mi hombre ,y eso fue refuerte. Tuve muchas repercusiones, porque no hay artistas que hablen con el mismo género. Hacer un disco completo
de temática gay me hace sentir orgulloso”, cuenta antes de las dos fechas de presentación que realizará en agosto en Buenos Aires.
Salir del clóset –Además del amor a un hombre, en una de las canciones hablás de una difícil relación padre e hijo. ¿Es personal?
–Tengo una relación con mi padre un poco distante. Fue duro escribirla y hasta lagrimeo cuando la canto. Se llama ¿Dónde
estás, papá? y tiene que ver un poco con el abandono. Mi deseo es poder llegar a esos chicos que se sienten solos, que cuando salen del clóset sienten que son los únicos. Más allá de que hoy se habla mucho, aún hay discriminación, hay mucho estigma. Son etapas que uno pasa, y con el tiempo te vas haciendo más fuerte, pero son críticas.
–A través del disco señalás en varios pasajes que aún hay una mirada discriminatoria y un dedo señalador sobre la comunidad gay. –Hay un tema que se llama Nuestra identidad y habla sobre la discriminación en general que vivimos. Está bueno ponerse en el lugar del otro, se señala al negro, al flaco, al gordo y nadie sabe lo que cada persona pasa en su vida. Hay mucho estigma, si bien avanzamos mucho, como con el matrimonio igualitario, todavía hay una tasa muy alta de adolescentes chicos que se suicidan, hay mucha gente que es golpeada por patotas por ser gay y a mí me pasó con mi proyecto, ofreciendo laburo, por ejemplo, en la producción o difusión mucha gente no lo quiso hacer. No te lo dicen de frente, pero te das cuenta, se escudan diciendo que no conocen esa movida o algo así. Hay mucho por aprender.
Tiempos de cambio –¿Creés que el movimiento feminista puede ser un impulso para un cambio?
–Creo que sí, antes la mujer no podía ser ni independiente, y hoy esa libertad la pone a la misma altura del hombre. Hay muchas cuestiones, pero es fundamental que cada género pueda ser libre. Siempre que se haga algo distinto, vamos a ser señalados, pero de
ahí a ser maltratados o discriminados, es otra cosa. Es un camino que hay que abrir y yo me sentí en ese compromiso.
–¿En tu caso aplicó ese refrán popular que reza “Pueblo chico, infierno grande”?
–Vuelvo todo el tiempo. Me pasó, igual yo fui muy tapado siempre. Fue hace 20 años y me cuidaba mucho, estaba como muy a la defensiva. Pero había chicos que eran más femeninos y no la pasaban bien. Era otra época igual, hoy hay más información. Todavía hay relaciones tensas, como con la Iglesia, que tiene un paradigma que es difícil de sacar de la cabeza de la gente, como que ser gay es una enfermedad.
–¿Qué repercusiones has tenido con el lanzamiento del disco?
–Muy buenas, todo el mundo lo ha aceptado y lo apoya. La gente comparte las canciones en sus muros, hasta en otros países, y eso me pone contento porque siento que es algo que la gente estaba necesitando. –¿No te da miedo encasillarte en una temática?
–Lo pensaba antes tal vez, pero ahora no lo siento, más adelante tal vez pueda hablar de otros temas, la vida sigue y te va enseñando otras cosas, eso va a depender de mí y de que la gente quiera seguir escuchándome. Mi interés ahora está en hacer un camino y dejar una huella. –En lo musical, ¿cómo es el álbum?
–Es bastante variado. Si bien es pop, hay un tango electrónico, un tema que mezcla jazz y blues, electropop y baladas. Musicalmente es muy rico y hay muchos músicos trabajando. Tiene tres coristas increíbles, que están en el show también.
–¿Cómo será la presentación? ¿Tiene fecha en Córdoba?
–En agosto hacemos dos fechas de presentación en Buenos Aires, con un gran show que tiene muchos músicos, bailarines y hasta un desfile de drag queens en la previa. Varios famosos me dijeron que van a venir, pero no puedo contar quienes. Tenemos pensado una gira por el interior que incluirá obviamente a Córdoba en algún momento.
HAY UN TEMA QUE SE LLAMA ‘NUESTRA IDENTIDAD’ Y HABLA SOBRE LA DISCRIMINACIÓN EN GENERAL QUE VIVIMOS. ESTÁ BUENO PONERSE EN EL LUGAR DEL OTRO.
TODAVÍA HAY RELACIONES TENSAS, COMO OCURRE CON LA IGLESIA, QUE TIENE UN PARADIGMA QUE ES DIFÍCIL DE SACAR DE LA CABEZA DE LAS PERSONAS.