El Facebook “tumbero”, un fenómeno en expansión
Su perfil personal en el red social de Facebook se llama “Juan La Tribu Gallardo”. Allí se ven numerosas fotos del muchacho, sonriente y contento junto con amigos que posan con sus propios celulares, en distintas situaciones. A veces, las imágenes son en habitaciones o en un patio.
Además de subir fotos, Brian Gallardo hace lo que hacen todos en Facebook: comenta y mantiene con su círculo una intensa relación virtual, sea con mensajes o con comentarios.
El punto es que Brian está preso en la cárcel de Bouwer; y en los penales provinciales, como sucede en estos establecimientos, los celulares están prohibidos.
La explicación de las autoridades radica en que los teléfonos en numerosas oportunidades –y como ha quedado demostrado en muchos juicios y operativos– son usados desde la cárcel para cometer estafas telefónicas.
Periódicamente, en las cárceles cordobesas se incautan celulares y cargadores. De hecho, días atrás, a un propio guardiacárcel que entraba a trabajar a Bouwer le secuestraron 13 celulares (y dosis de droga) ocultos en su mochila.
Pese a estos controles, los celulares dentro de las prisiones cordobesas son una realidad.
El caso de Brian Gallardo lejos está de ser una excepción. Hay un gran número de internos que dentro de sus celdas mantienen una intensa vida activa virtual a través de sus celulares, más allá de las llamadas telefónicas o de los mensajes por WhatsApp.