La “narcogrúa” los mandó a la cárcel
los mismos delitos.
Al analizar los hechos, los camaristas habrían reparado en las contundentes pruebas, en especial los seguimientos.
Los investigadores de Gendarmería constataron el momento en que “Carita de Gato” compraba 50 mil dólares en una casa de cambio para la adquisición de la cocaína. También tienen constancia de la compra del camión Iveco a nombre del “Mono”, el que fue adaptado como grúa, y los uniformes que utilizaron para convertirse en “mecánicos” de auxilio.
Al justificar los pedidos de pena, el fiscal Gonella se amparó en el arrepentimiento expresado por los imputados, que habían sido capturados in fraganti.
Los narcos no sólo perdieron la libertad, sino autos de alta gama y varias motos, además de más de 40 mil dólares y alrededor de 200 mil pesos secuestrados en los allanamientos realizados en la última semana de 2017. El juicio era seguido con atención desde el Ministerio de Seguridad de la Nación. Fuentes de la cartera de Patricia Bullrich admitieron que ante el pedido de penas hubo “preocupación” por parte de la funcionaria, quien, al producirse el secuestro de los 206 kilos de cocaína, consideró que se trataba de una “historia de incautación, fruto del arduo trabajo de inteligencia criminal y seguimiento realizado por los efectivos de la fuerza federal”. La Voz pudo conocer que Bullrich había designado a uno de sus asesores, Pablo Nosetti para “el seguimiento del proceso”. Tras la condena, trascendió que la ministra se contactaría con los camaristas para felicitarlos.