El rol de los adultos en el duelo de los niños
¿Qué sucede cuando un niño pierde a un ser querido? ¿Cuáles son las formas más adecuadas de ayudarlo afrontar el duelo? Más allá de las respuestas específicas en cada caso, la Asociación Psicoanalítica Argentina resalta que el papel de los adultos es esencial.
El proceso de duelo infantil, así como el terapéutico, siempre es muy personal. De todos modos, pueden hallarse puntos en común con los que realicen otros niños. De ahí que sea interesante conocer el caso de Juana.
La clave para un duelo sano es tener la oportunidad de transitarlo mediante la ayuda y contención de adultos responsables, entre los que se halla, idealmente, un especialista. Durante su terapia, Juana, por ejemplo, jugaba con su terapeuta, a quien le pedía que hiciera de hija, niñera o vecina. Ella, a su vez, interpretaba a la madre ambivalente que, por momentos, todo lo puede y es afectuosa, y, por otros, es abandónica, miente y empuja.
Tiempo después, Juana comenzó a dibujar. No casualmente hacía dibujos de las personas que valoraba (familia, terapeuta, ella misma) y los guardaba, siempre, antes de irse y con mucho cuidado, en un sobre. Era su modo de proteger a sus seres queridos. Poco a poco, se empezó a mostrar menos activa y hasta a reconocer que había estado llorando porque extrañaba a su mamá. Pudo, finalmente, conectarse y expresar su tristeza. Incluso, un día logró dibujar a su madre, lo que se interpreta como la reparación de la pérdida. La negación cedió, de esta manera, para dar lugar al dolor, pero también al amor por su mamá, según señala el informe. Así, Juana pudo conservarla en su mundo interno. Desde entonces y para siempre.