El show en Córdoba, una mancha en su trayectoria
“Gracias por su paciencia, gracias por todo... Han sido muy civilizados”. La crónica del show de Madonna en Córdoba, ofrecido el 22 de diciembre de 2012 en el estadio Mario Alberto Kempes, estuvo lejos de empezar por el principio. Es que un desperfecto en la generación de energía dividió el evento a la mitad, provocando un paréntesis de 45 minutos con el escenario completamente apagado y las 50 mil almas que aquella noche colmaron el Kempes con un gran signo de interrogación en la cabeza.
Por añadidura, consiguió que la reina intocable e infalible del pop esbozara lo más parecido a un pedido de disculpas que podría esperarse en el contexto del tour que más facturó a lo largo de aquel 2012 (según Billboard, el MDNA Tour fue la gira más rentable).
En fin, la superpromocionada visita de Madonna a Córdoba no fue un fiasco monumental sólo porque el espectáculo llegó a completarse. Eso sí, el bajón producido por el corte fue irremontable para espectadores no fanáticos.
El incidente, del que se despegaron la Agencia Córdoba Deportes, y Epec, generó una pequeña mancha en la carrera de esta artista, cuyo principal capital estético es la provocación abonada por su obsesión por el detalle.
Cada tanto, Madonna apunta sin dudar que esto fue lo más bizarro que le pasó en su carrera.