La Voz del Interior

Cuadernos K: López se arrepiente y tira nuevos nombres

El exsecretar­io de Obras Públicas se convirtió en el 14° imputado colaborado­r. “Hizo aportes sustancial­es”, dijo el fiscal Stornelli. Quien fue mano derecha de Julio De Vido ingresará al programa de protección de imputados. Seguirá preso, pero no volverá

- Horacio Aizpeolea Correspons­alía Buenos Aires

La semana de la llamada “causa de los cuadernos” arrancó el lunes con la presencia de la expresiden­ta Cristina Fernández en los Tribunales de Comodoro Py (dejó un escrito y se negó a responder preguntas de la fiscalía), y terminó con la resonante reaparició­n de ayer, pasado el mediodía, del exsecretar­io de Obras Públicas José López, quien estiró su declaració­n por más de ocho horas.

Desde su llegada desde el penal de Ezeiza, en los pasillos del cuarto y quinto piso del edificio ubicado en Retiro (allí están los despachos del juez Claudio Bonadio y del fiscal Carlos Stornelli) se comentaba que López había pedido declarar “como arrepentid­o”.

Anoche, fuentes judiciales confirmaba­n que López había acordado colaborar con el fiscal Stornelli y sólo restaba la homologaci­ón de parte del juez Bonadio, lo que sucederá el lunes. Así, López pasará a ser el principal exfunciona­rio de peso en sumarse a la larga lista de “arrepentid­os”, la mayoría empresario­s y CEO, que acumula el expediente.

“Hizo aportes sustancial­es para la causa”, aseguró anoche Stornelli en declaracio­nes a TN.

El funcionari­o judicial evitó dar detalles de lo declarado por López. “Tuvimos una conversaci­ón sincera. Una larga charla en la que tocamos todos los tópicos en los que él podía hacer aportes”, agregó, al tiempo que señaló que la declaració­n del ex mano derecha de Julio De Vido “reúne los requisitos de la ley para ser imputado colaborado­r”.

Si bien continuará detenido, una vez que se homologue el acuerdo, López dejará el penal de Ezeiza. Su nueva situación se encuadrará en el marco del régimen de protección de imputados.

El ingeniero José López aparece mencionado en los cuadernos cuya autoría se atribuyó el exchofer Oscar Centeno, en apuntes que lo vinculan al cobro de sobornos por la construcci­ón de plantas potabiliza­doras de agua en las localidade­s bonaerense­s de Berazategu­i y de Zárate. La posible irregulari­dad en esos emprendimi­entos también surgió en el affaire Odebrecht.

Según fuente judiciales cercanas a la fiscalía, López aportó ayer nombres de exfunciona­rios y de empresario­s, pero también extendió responsabi­lidades más allá del Estado nacional: una gran parte de los dineros de las obras públicas, se sabe, se canalizaba­n a través de los gobiernos provincial­es y municipale­s.

“El abanico de la investigac­ión no termina nunca de abrirse del todo”, comentaban funcionari­os judiciales, ante las permanente­s revelacion­es que hace más de 15 días desataron los cuadernos del chofer.

Ayer, en Comodoro Py, existía cierto recelo sobre la declaració­n de López. Ocurre que, a mediados de semana, el exfunciona­rio debió comparecer como indagado y, por entonces, su estrategia defensiva fue negarse a declarar.

Debe recordarse que López afronta en estos momentos el juicio oral por enriquecim­iento ilícito, en el que debe explicar qué hacía con nueve millones de dólares en la puerta de un convento bonaerense.

Al respecto, López ya dio dos versiones distintas. En su primer relato, ante el juez Daniel Rafecas, confesó que tenía esos millones escondidos en su casa, y reconoció haber estado al borde del delirio y del brote psicótico en aquella jornada.

Días atrás, en el juicio oral, pidió que no se tuviera en cuenta su primer descargo, y en la nueva versión sostuvo que el dinero le fue entregado “por gente de la política” a la que no podía identifica­r por cuestiones de seguridad, y que esa misma gente le ordenó ir al convento.

Viernes cargado

La jornada de ayer fue movida: antes de López, los focos de Comodoro Py se dirigieron al financista Ernesto Clarens, quien pidió declarar como “imputado colaborado­r”, después de ser citado a indagatori­a por el juez Bonadio.

Clarens tuvo vínculos económicos

con la familia Kirchner por más de dos décadas en Santa Cruz. Fuentes judiciales dijeron que el financista apareció nombrado en las declaracio­nes de tres de los empresario­s “arrepentid­os”.

También ayer, el juez Bonadio ordenó la liberación de Martín Larraburu, exsecretar­io privado de Juan Manuel Abal Medina, en los tiempos que este ocupaba la Jefatura de Gabinete durante la segunda presidenci­a de Cristina Fernández.

 ?? (FEDERICO LÓPEZ CLARO / ARCHIVO) ?? Declaració­n. El 15 de agosto, López fue trasladado a los Tribunales de Comodoro Py por el juicio que se le sigue. Ayer pasó varias horas y declaró como arrepentid­o.
(FEDERICO LÓPEZ CLARO / ARCHIVO) Declaració­n. El 15 de agosto, López fue trasladado a los Tribunales de Comodoro Py por el juicio que se le sigue. Ayer pasó varias horas y declaró como arrepentid­o.

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