La Voz del Interior

Tarifas de alojamient­o de verano: recalculan­do en Córdoba

- Fernando Colautti fcolautti@lavozdelin­terior.com.ar

Un nuevo escenario económico está en montaje para la próxima temporada turística de verano en Córdoba. En la previa, cuando hay que definir estrategia­s y tarifas, asoma un factor que pinta como favorable y, a la vez, otro que advierte complicaci­ones.

Por un lado, la devaluació­n del peso con un dólar que duplicó su valor hará que más argentinos vacacionen en el país. Son, además, los que mayor poder de gasto tienen. Y Córdoba, en verano, es el segundo destino nacional después de la costa bonaerense. Ese nuevo escenario parece pura ganancia.

Pero, como la otra cara de la misma moneda, la devaluació­n deja como herencia una recesión que impacta en el mercado interno. Sobre todo, la clase media se ve afectada, con menos recursos en el bolsillo y más incertidum­bre. El punto es que son los sectores medios los que dominan la demanda del verano para Córdoba.

En definitiva, lo que se ganaría por un lado se pone en riesgo por el otro. El combo perfecto sería dólar alto, pero junto a consumo interno activado. Algo así – sueñan los operadores turísticos serranos– como ocurrió entre 2004 y 2007.

Hay destinos nacionales más beneficiad­os por la devaluació­n, por la mayor llegada de turistas del exterior. Son los limítrofes con países vecinos y los que desde siempre atrajeron más extranjero­s, como la Capital Federal y la Patagonia, que incluso ya están dolarizand­o sus tarifas.

Para Córdoba, nunca el turismo extranjero fue relevante: menos del tres por ciento de los que entran al país recalan en esta provincia. Lo mismo le ocurre a la costa bonaerense. Ambos son destinos típicos de clases medias y nacionales, que no pueden –por esas razones– dolarizar sus tarifas.

Impresione­s previas

Julio Bañuelos, titular de la Agencia Córdoba Turismo, vislumbra que “todo lo que sea de alta categoría, en alojamient­o y gastronomí­a, andará segurament­e muy bien”. Pero razonó que la mayor parte de la oferta cordobesa está enfocada al turismo que le fue siempre mayoritari­o: el de clase media. “Sólo se llenan las Sierras si hay mucha clase media vacacionan­do”, apuntó. “Hay que ver cómo llega la economía nacional a diciembre y, en base a eso, cuántos saldrán de vacaciones”, agregó.

“Entre los empresario­s turísticos cordobeses veo dos posiciones: algunos esperan el verano con bastante optimismo y otros están algo preocupado­s”, marcó el funcionari­o. “Para mí, si la temporada resulta aceptable, al menos como la anterior, ya me daría por conforme”, resumió.

Bañuelos abrió un paraguas: dijo que convendría esperar unos meses para estar seguros de que no habría argentinos vacacionan­do en el exterior. Su duda apunta a Brasil: “Tiene mucha inestabili­dad

145 mil. Son las plazas que tiene Córdoba en hoteles, cabañas y colonias en sus 11 zonas turísticas. Es casi el 20 por ciento de las camas turísticas del país.

420 mil. Es la suma que, se supone, se alcanzaría si se suman los

casas y departamen­tos de alquiler u ocupados en verano por sus dueños.

Siete millones. Son los turistas que por año vacacionan en Córdoba. Se considera como tal a quien al menos pernocta una noche. Casi cinco millones de ese total se concentrar­on en los tres meses de verano (de diciembre a marzo).

72 por ciento. Ese porcentaje de la facturació­n anual por turismo en Córdoba se obtiene en los tres meses de verano. En los últimos 10, años subió la incidencia de los fines de semana largos.

Ciento por ciento. Creció la cantidad de camas en hoteles y cabañas en los últimos 20 años en Córdoba. también, y no sea cosa que devalúe antes del verano y vuelva a tentar a los argentinos”.

También anticipó que Córdoba priorizará sus promocione­s entre los que viven a menos de 500 kilómetros. La razón: el costo del combustibl­e es una variable ya de alto peso al decidir el destino de vacaciones de los muchos argentinos

Las tarifas representa­n un aspecto clave de la oferta turística. Aunque nadie se anima a confirmarl­o aún, en un clima de inestabili­dad, se especula con que los ajustes respecto del verano pasado serán en Córdoba de entre el 25% y el 40%, dependiend­o del tipo de establecim­iento y del perfil de cada localidad.

En Córdoba y en la costa bonaerense se empiezan a hacer reservas con esos incremento­s.

Otros destinos, que reciben más turismo extranjero, ajustarían en mayor medida y hasta fijando sus tarifas en dólares.

Julio Bañuelos, presidente de la Agencia Córdoba Turismo, apuntó que aunque la inflación anual se estime en torno del 40 por ciento, Córdoba debería ajustar en alojamient­o “no más de un 30, para ser competitiv­os”, dado que su público mayoritari­o es de clase media.

“Hay destinos como la ciudad de Buenos Aires, Ushuaia o Calafate que ya fijaron sus tarifas en dólares. Acá o en la Costa eso es imposible. Es otra realidad y hay que adaptarse al mercado que tenemos”, planteó.

La Agencia Córdoba Turismo que salen en auto.

Más y menos

Alejandro Moroni, hotelero en Carlos Paz y directivo de la Asociación Hotelera Gastronómi­ca de Córdoba, consideró que “el dólar alto debería ser un alivio para el turismo interno”, tras años de una competitiv­idad complicada. inició ya conversaci­ones con bancos para repetir propuestas de financiami­ento con tarjetas, aunque el escenario pinta este año complicado para esa variante.

Una sorpresa asomó en los últimos días: en algunos portales de internet aparecen establecim­ientos cordobeses con tarifas en dólares para los “findes” largos de octubre o noviembre.

El hotelero Alejandro Moroni reconoció que en octubre se suelen fijar las tarifas de verano, pero que este año se demorarán. “Hay gente que empieza a consultar y hasta a reservar. Pero es difícil planificar ahora, si no sabemos ni qué costos tendremos en enero”, se quejó.

Moroni opinó que “es impensable” que Córdoba dolarice sus tarifas y sostuvo: “Si aumentamos a la par de la inflación, un 40 por ciento respecto al verano pasado, muchos no tendrían chances de pagarlo y se reducirá el mercado. Salvo los muy categoriza­dos, en Córdoba tendremos que hacer como en años anteriores, aumentando por debajo de la inflación”.

El empresario admitió: “Hay que tener cuidado con el aumento. Si es de más, le abrimos mayores

“Mucha de la gente que se iba afuera, estará pensando en quedarse adentro. Pero el grueso del turismo en Córdoba es de clase trabajador­a, justo la que se ve más afectada por la devaluació­n. Esas dos cosas se dan a la vez”, opinó.

“Lo que se ganaría por un lado, se perdería por el otro”, resumió Moroni.

Según su pronóstico, “puede que para Córdoba sea una temporada mejor que las últimas, pero eso depende en buena parte de lo que pase de aquí a diciembre con la economía del país. Ahora es como que estamos en un momento complejo, de transición, difícil incluso hasta para fijar tarifas”, planteó el empresario.

Corrimient­o

Oscar Santarelli tiene un complejo turístico en Villa General Belgrano y preside la Asociación Hotelera y Gastronómi­ca de Calamuchit­a. Su impresión es que la temporada por venir “será mejor que la anterior, al menos en flujo de gente”.

Vaticinó, de todos modos, algunos cambios respecto de los últimos años: “Se dará un corrimient­o del mercado, porque ante la crisis económica es probable que un sector que solía salir de vacaciones este verano resigne ese gasto. Pero a la vez habrá más gente, de la que se iba al exterior, que ahora elegirá destinos nacionales”.

Santarelli intuyó que de octubre a diciembre puede ser flojo el movimiento por la incertidum­bre existente, pero que la temporada de verano “será buena” para Córdoba. Diferenció, de todos modos, que por ese corrimient­o del mercado, los establecim­ientos más categoriza­dos tendrían mejores perspectiv­as de sumar visitantes y de ajustar tarifas que los destinados a los sectores medios. oportunida­des al alojamient­o no registrado. Hay ciudades que ya tienen más alojamient­o en negro que habilitado­s; por ejemplo, Carlos Paz suma 38 mil camas en regla, pero 80 mil informales, sobre todo en departamen­tos”.

Oscar Santarelli, quien hace una década fue presidente de la Agencia Córdoba Turismo, sostuvo que “medidas en dólares, las tarifas bajarán en Córdoba y en la costa bonaerense”. Coincidió en que las Sierras deben esforzarse por ser competitiv­as en precios “para no dejar afuera a su mercado habitual”, y anticipó que alguna hotelería de mayor jerarquía ya está definiendo un ajuste del 40 por ciento respecto del verano pasado y que otros, quizá la mayoría, se ubiquen en torno al 30 por ciento.

EN LAS SIERRAS, COMO EN LA COSTA, SE ESTIMA QUE SE COBRARÁ ENTRE UN 25 % Y UN 40 % MÁS QUE EN EL VERANO ANTERIOR.

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(ILUSTRACIÓ­N DE CHUMBI)
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