La dulce furia española
La cantante Rozalén llega por primera vez a Córdoba. Repasará su carrera, que ya tiene tres discos.
Imposible transitar el dial de la FM sin cruzarse con la dulce voz de Rozalén. La española, que llega hoy a Córdoba por primer vez de la mano de su tercer disco (Cuando el río suena...), desembarca abrazada a un trabajo que pone su historia y la de su familia en el primer plano narrativo.
–En tus show incorporás una intérprete de lenguaje de señas. ¿Recibís aliento o preguntas de por qué lo hacés?
–Me preguntan mucho cómo surgió, pero la gente lo agradece mucho, sobre todo por el hecho de que cobre tanto protagonismo, ya que está siempre a mi lado. Hay discusión, porque hay gente que dice que no tiene que ser tan protagonista y yo soy la que tiene que brillar. Pero a mí me parece que lo potente es lo contrario, la gente hipoacúsica dice que cuando nos ve de un solo
vistazo nos puede apreciar a las dos sin tener que girar la cara. Yo a veces interacciono con ella y eso es superpositivo. Además, los que oyen se acercan a una lengua bellísima.
–Tu conexión con Argentina comenzó con Abel Pintos. ¿Cómo sucedió?
–Lo conocí en Miami. Él se me acercó humildísimamente a decirme que le había gustado mucho mi actuación. Yo pensé: qué chaval más majo. Y cuando me enteré de quién era dije: ‘Virgen santa, además es buena gente’. Luego fue una conexión muy bonita y enseguida nos pusimos a componer juntos. En España, a Asuntos pendientes ¡no la podemos quitar ya del repertorio!
–Y ahora grabaste “Antes de verte” con Kevin Johansen…
–A Kevin lo escucho desde hace siglos, lo conocí por Jorge Drexler. Estoy alucinadísima porque se nota mucho la influencia que tuvo él en mi música y en la generación de cantautores de España.