La Voz del Interior

La selección de fútbol le ganó 4-0 a Irak casi sin despeinars­e

Irak no fue un rival de temer y Argentina, sin exigirse demasiado, lo goleó 4-0. La selección ahora pone su cabeza en Brasil. El martes, será una prueba muy diferente.

- Enrique Vivanco evivanco@lavozdelin­terior.com.ar

Tal como ocurrió ante Guatemala y ante Colombia, la selección argentina volvió a colmar las expectativ­as mínimas, de acuerdo con su proceso de reconstruc­ción y en función de quienes lo llevan adelante. Esta vez fue Irak, equipo de tercer o cuarto orden mundial, casi como en un partido de reser- va, a la espera del principal, frente a Brasil, el martes próximo.

En el comienzo, Argentina expuso su burocracia para atacar, a partir de Leandro Paredes, yendo de izquierda a derecha en toques sencillos, previsible­s y lejos de grandes ambiciones. Quizá haya sido una manera de semblantea­r la postura iraquí, bien conservado­ra y defensiva, también llena de sellos y firmas cerca de su área.

El costado izquierdo fue el mejor explotado. Marcos Acuña encontró la cabeza del único jugador argentino en el área, Lautaro Martínez. Un avance en serio, un gol. Efectivida­d absoluta. Por la derecha, Paulo Dybala insinuaba pero no concretaba, sin tener tanta conexión con Fabricio Bustos, generoso en la proyección, pero sin la contundenc­ia de Acuña en el otro costado. En el lapso inicial, Franco Vázquez hizo lo justo y necesario, sin jugar mal pero a la vez sin sobresalir, en un partido que quizá hubiera merecido de más decisiones propias, de un mayor protagonis­mo.

Esa postura del “Mudo” se observó en todo el equipo, que no obligó a una gestión más forzada de Irak. Nadie se salió de un molde que no parecía admitir iniciativa­s audaces, ya sea en gambetas o en algún impulso solitario.

Ya con los cambios masivos, la disparidad se hizo mayor. Irak mostró buena técnica en algunos jugadores, pero no fue sólido en ataque. La noche de Sergio Romero fue muy tranquila, y la de Ramiro Funes Mori y Germán Pezzella, también. Sólo fue cuestión de comprobar que los ingresos de Pereyra, Salvio y Cervi pusieron más distancia entre uno y otro.

Esa diferencia la refrendó de inmediato Pereyra, con una bonita definición tras una buena participac­ión de Dybala. Luego llegó el tanto de cabeza de Pezzella y el de Cervi mostró la contracara de la prudencia que sus compañeros tuvieron para encarar el arco adversario en el primer tiempo. El ex Rosario Central agachó la cabeza e hizo el último gol.

Aprobado, dice el examen de un equipo cuya conducción y jugadores saben que son interinos. El tema era accesible; el profesor no era riguroso. Fue un buen partido para seguir tomando confianza ante la perspectiv­a de la prueba más importante del semestre. Tras el Mundial de Rusia, Brasil no se detendrá a preguntar sobre la ausencia de Messi y de transicion­es. Tratará de ganar y, si es posible, de golear. Nada mejor entonces que llegar al martes como un alumno bien preparado.

 ?? (@ARGENTINA) ?? Con presencia cordobesa. Paulo Dybala, Franco Vázquez y Fabricio Bustos fueron titulares contra Irak. Guido Herrera fue al banco.
(@ARGENTINA) Con presencia cordobesa. Paulo Dybala, Franco Vázquez y Fabricio Bustos fueron titulares contra Irak. Guido Herrera fue al banco.

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