Una disputa dentro de la cárcel derivó en un brutal asesinato en un barrio
Las balas que mataron a Marcelo Cuello (53) en la noche del jueves último en el barrio Felipe Botta, en Villa María, salieron de la cárcel de esa ciudad. Una venganza por una disputa sobre el siempre latente código carcelario entre dos internos fue lo que originó la balacera fatal, según sostienen los investigadores.
Cuello fue asesinado de tres disparos cuando en la noche del jueves barría la vereda de su casa en calle La Quiaca 950. Un joven en moto pasó y tiró, con lo que lo hirió mortalmente en el abdomen.
La investigación pudo determinar en poco tiempo que hay al menos dos personas involucradas en el crimen. Un internado de la cárcel, supuesto responsable de encargar la balacera, y un ejecutor material, quien es buscado por la Policía.
De acuerdo con lo que se pudo establecer hasta ahora a partir de diferentes fuentes, el problema se originó entre un hijo de la víctima, llamado Marcelo Martín Cuello (33), y otro interno.
La discusión entre ambos llevó a que este último amenazara con balear la casa de los Cuello. Y cumplió.
Identificados
Desde la Fiscalía de Instrucción de Primer Turno se pudo identificar a dos supuestos involucrados en el asesinato, caratulado como homicidio calificado y agravado por el uso de arma de fuego, según precisó en las últimas horas la fiscal Silvia Maldonado.
Por un lado, se imputó como instigador y se libró orden de detención contra el interno que está en la cárcel, sindicado como el responsable de haber encargado la balacera contra la vivienda.
Además, se imputó como ejecutor y se libró orden de captura contra quien conducía la moto desde la que se hicieron los disparos.
En este caso, se trataría de un joven de no más de 20 años, vinculado al preso que encargó el ajuste de cuentas.
Desde el viernes se realizaron varios allanamientos, y no se pudo dar con el supuesto ejecutor de los disparos, cuya identidad por el momento la Justicia mantiene en reserva. Ayer la Policía lo seguía buscando.
En cuanto al móvil del crimen, para los investigadores está claro que se trataría de un homicidio por encargo, pero sin que mediara dinero como promesa de pago, ni tampoco relacionado con una cuestión de tráfico de drogas.
Todo estaría centrado en la disputa surgida dentro de la cárcel por una cuestión de códigos carcelarios.
Lo que todavía no se sabe con certeza es si la intención era llegar al asesinato de Cuello o solamente provocar un susto. Lo concreto es que el motociclista, según relataron los testigos, llegó hasta la cuadra marcada, vio al hombre en la vereda, giró en “U” y de inmediato comenzó a disparar sin darle tiempo de nada.