“Ojalá podamos llegar a buen puerto”
El fiscal Luis Pizarro ingresó en el laberinto de la causa Nora Dalmasso hace poco más de un año. Esta semana pudo sentir cómo un solo trascendido del expediente puede estallar en la opinión pública y hasta precipitar acontecimientos.
La maraña de especulaciones que caracteriza al caso fue reactivada el martes por una declaración radial del fiscal General de la Provincia, Alejandro Moyano. Cuando el jefe de los fiscales anunciaba la creación de sedes de Policía Judicial, la consulta sobre el crimen más resonante de Río Cuarto no se demoró. Casi al pasar, Moyano admitió a FM Gospel de Río Cuarto que Pizarro había “incorporado nueva prueba” y que tenía “una hipótesis firme”. También dijo suponer que “tomará una decisión” antes de que prescriba la causa por el asesinato ocurrido hace casi 12 años.
Al día siguiente, con base en viejas sospechas e intereses, arreciaron las versiones sobre supuestas complicidades.
Circuló con fuerza en distintos medios que Pizarro estaría investigando el móvil económico y hasta se mencionó al exvocero del viudo Marcelo Macarrón, el abogado laboralista Daniel Lacase.
Las especulaciones públicas sobre su posible imputación dieron pie a Lacase para que el jueves hiciera una presentación espontánea en la fiscalía.
Ahora, ante el escrito presentado, el fiscal Pizarro está obligado a aclarar si lo investiga (en ese caso lo tendría que imputar y darle acceso al expediente) o si no lo tiene como sospechoso.
Uno de los abogados de Lacase, Jorge Valverde, explicó el motivo por el que formularon el pedido de mantenimiento de libertad.
“La intención fue decir que Lacase está a la más amplia disposición de la fiscalía y ante una hipotética imputación solicitamos que nos den participación. Fuimos a hacer la presentación el jueves y no estaban ni el fiscal ni la secretaria. No nos atendieron y no nos han notificado absolutamente nada”, sostuvo.
Sobre la pesquisa, lo poco que se sabe es que Pizarro tiene trabajando a más de media docena de detectives de la Dirección de Investigación Operativa (DIO) de la Policía Judicial y que volvió a tomar testimonio a unas siete personas que ya habían declarado en la causa, entre ellas una ex pareja de Lacase (una de las primeras en llegar al lugar del crimen).
Pizarro accedió a un reportaje con La Voz, pero se cuidó de dar detalles y adelantar criterio, acaso para no correr la suerte de su antecesor Daniel Miralles, quien terminó por ser apartado. Sólo el tiempo dirá si transita por un pasadizo ya recorrido, o pudo acercarse a la salida del laberinto.
–¿Está en condiciones de emitir una resolución en poco tiempo?
–Con la investigación nunca dejamos de avanzar porque estamos trabajando con esto desde el primer día, hace ya casi un año. Hemos avanzado. Pero respecto a si estamos en condiciones de emitir una resolución es una cuestión sobre la que la fiscalía no puede explayarse al respecto.
–Versiones aseguran que han profundizado el móvil económico y días atrás usted nos dijo que “por ahora no ese el móvil”
–Nosotros atendemos todos los móviles de la causa, a todos, hemos profundizado todos. Todas las hipótesis se han mensurado, se siguen mensurando y no descartamos ninguna.
–¿Qué pruebas se han incorporado?
–Aparte de hacer todo el estudio de la prueba que estaba, hemos incorporado declaraciones testimoniales de gente que ya había declarado, siempre con el contralor de la defensa. A unos cuantos años de que ocurrió el hecho, una batería de preguntas analizadas previamente. A eso se le incorporan los informes de la gente de la DIO. También nos ha llegado la reconstrucción virtual 3D sobre la posible mecánica del hecho que había sido pedida antes de que asumiéramos la causa.
–¿Tiene un plazo para responderle a la presentación de Lacase?
–No tengo plazos fatales. –-¿Está completa la investigación inicial o se perdieron pruebas?
–No me corresponde a mí evaluar la investigación. Hace 12 años el fiscal investigó, tomó las decisiones que entendió que correspondía. No puedo opinar.
–Al revisar la causa, ¿advirtió intentos por desviar la investigación?
–Si a las hipótesis que se fueron cayendo se llaman intentos, no lo sabría decir. Se ha trabajado sobre muchas líneas investigativas, si alguna fue seguida ex profeso para desviar no lo puedo saber. Yo trabajo de buena fe y entiendo que quienes nos colaboran lo hacen en el mismo sentido.
–A 12 años, ¿qué expectativa puede tener la sociedad de que se esclarezca el crimen?
–Estamos trabajando con toda la intención de esclarecerlo. Ojalá podamos llegar a buen puerto. El compromiso nuestro es trabajar para esclarecerlo.
–¿Cómo impacta en la credibilidad de la Justicia este caso impune?
–Yo no analizo el comportamiento social. Si es una causa compleja y se tiene que investigar 10 o 12 años para llegar a la verdad, es razonable. Cualquier apresuramiento en esta, o cualquier causa, atentaría contra la verdad y la justicia. Mensurar en tiempo la credibilidad de la Justicia no tiene sentido.