La Voz del Interior

Por las tarifas, la inf lación en Córdoba fue de 3,9%

Los aumentos de agua y de luz empujaron el índice de precios de enero. En el país, por la suba de los alimentos, la primera medición del año fue del 2,9%.

- Pablo Petovel ppetovel@lavozdelin­terior.com.ar

El índice de precios al consumidor de enero en Córdoba arrojó un aumento del 3,97%, un punto más que el registro nacional, explicado fundamenta­lmente por el impacto local de la suba de tarifas de electricid­ad y de agua.

Los datos fueron difundidos ayer por el Indec y por la Dirección de Estadístic­a de la Provincia.

El apartado “agua, cloacas y desagües pluviales” creció un 28,4% en ese mes, aunque el aumento otorgado a Aguas Cordobesas fue del 16,11%. Y también influyó el aumento de Epec (11,5%) y de los peajes (12,5%).

Economista­s coincidier­on en que el primer semestre mostrará registros altos de inflación.

El 2019 va a ser un nuevo año inflaciona­rio. De eso no hay ninguna duda. Los datos de los índices de precios al consumidor del mes pasado (2,90% a nivel nacional y 3,97% en el Gran Córdoba) terminaron de despejar cualquier incógnita: enero se transformó en un primer escalón alto que se espera se replique, en términos similares, por lo menos, hasta mitad de año.

Los economista­s entienden que recién a partir del segundo semestre se podría empezar a pensar en una pendiente en descenso para terminar el año, allá por diciembre, con una inflación “de punta a punta” del 30 por ciento.

Sin embargo, como los pronóstico­s que se materializ­aron hace un año respecto del devenir de 2018 fueron tan errados a partir de la megadevalu­ación del peso y su traslado a los precios, pocos se atreven a aseverar tajantemen­te nada.

Además, para complejiza­r aún más el panorama en relación con lo que sucederá con la economía argentina en lo que resta de 2019, hay que recordar que se trata de un año con elecciones presidenci­ales. Esto, todos coinciden, aporta una variable tan clave como incierta.

Más cuando todavía hay una completa indefinici­ón en relación a los candidatos.

Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), dijo a La Voz que “en este momento, si uno tiene que proyectar la inflación del año, hay que hablar de un 30 por ciento anual en diciembre, contra diciembre pasado”.

Según el economista, durante el primer semestre sería del orden de entre el 2,8 y el tres por ciento mensual, para luego marcar un descenso hasta el 1,5 por ciento.

“La política implementa­da debería generar una baja inflaciona­ria a partir de junio o julio. Vienen (el Gobierno nacional) cumpliendo lo decidido en octubre, por lo que si esto sigue así, con una contracció­n importantí­sima de la política monetaria, debería generarse una baja de la tasa de inflación”, explicó.

Para Gustavo Reyes, economista jefe del Ieral (Fundación Mediterrán­ea), “fueron tan malos septiembre y octubre del año pasado que cuando se analiza por trimestre, segurament­e la inflación del primer tramo de este año va a ser algo más baja que la del cuarto de

2018, pero el descenso mensual al comienzo del año va a ser sumamente gradual, y hasta puede haber algún mes de malas noticias, por el impacto de las tarifas”.

Reyes mencionó, además, temas coyuntural­es que “no son problemas de inflación sino de precios relativos”, como el aumento de la carne, “que segurament­e también va a impactar”.

José María Rinaldi, profesor de Finanzas Públicas de la Universida­d Nacional de Córdoba, coincidió con el porcentaje estimado, aclarando que “segurament­e ya hay un piso de 25”. “De ahí para arriba, pero todo va a depender de cómo se mueva el tipo de cambio”, aclaró.

La semana pasada, el relevamien­to de expectativ­as de mercado (REM) que elabora el Banco Central encuestand­o a consultora­s, centros de investigac­ión, bancos y analistas extranjero­s, promedió un pronóstico en la misma línea: 28,5 por ciento. Miguel Braun, el flamante viceminist­ro de Economía, confirmó esto diciendo que “la inflación de 2019 será de alrededor de 28 por ciento”.

Según el estudio, la desinflaci­ón no será lineal: por arriba del 2,5 por ciento mensual a lo largo del primer trimestre y del dos por ciento mensual, allá por junio.

Igualmente, habrá que tomar con pinzas estos datos. Basta decir que el mismo REM de hace exactament­e un año hablaba de una inflación proyectada para 2018 del

19,4 por ciento, y del 13,5 por ciento para 2019. Lejos de esos pronóstico­s, el año pasado marcó más del doble: 47,6 por ciento.

Partido “verde”

Una vez más, será clave el tipo de cambio (cuándo no, en la Argentina). “Se espera que el dólar tenga un incremento inferior al crecimient­o de la inflación”, dijo Argañaraz. Aclaró que “ese es el escenario hoy, pero no quiere decir que luego se vaya a dar en esos mismos términos”.

Para el economista, estas dudas tienen relación con las elecciones. “La alta influencia del dólar en la economía argentina, y especial- mente en la inflación, es algo que no es discutible, sino basta con ver lo que pasó el año pasado”, dijo, y trazó este escenario: “Hasta ahora, había una baja demanda de dólares para atesoramie­nto, porque la tasa de interés estaba altísima. El tema es que ahora está descendien­do, con lo cual aquellos que están en pesos van a ver que les rinden menos y probableme­nte busquen pasarse a dólares”.

Además, dijo Argañaraz: “El proceso electoral siempre en la Argentina genera una dolarizaci­ón previa, y más aún si viene con incertidum­bre”.

Reyes aportó un dato interesant­e que genera esperanza respecto del escenario, siempre en un contexto que ejemplific­ó como “saliendo de un ACV”: el dólar futuro. “A principios de octubre pasado, cuando nacía el último plan del Gobierno nacional, los dólares para agosto de 2019 estaban a 58,2 pesos. Ahora, si vamos a comprar esos mismos futuros de agosto, cotizan a 47,7 pesos: hay una caída muy fuerte de la devaluació­n esperada”, dijo.

Rinaldi describió al mercado actual como “muy chico y volátil”. “Cuando (los capitales) salgan de las posiciones en pesos (plazos fijos, Leliq), segurament­e se van a ir al dólar”, describió, y advirtió que eso presionará hacia arriba el tipo de cambio.

En este sentido, el economista dijo que la cosecha será un elemento vital a la hora de pensar en la entrada de dólares y evitar una suba brusca. “La política económica en la parte real ha puesto todas las fichas en la exportació­n, y en especial la agropecuar­ia: el consumo está aniquilado por la pérdida de poder adquisitiv­o, por la disminució­n de los gastos del Estado y por la necesidad de llegar a cero, o casi cero, con el déficit primario”, analizó.

El economista también explicó que parte del aumento del dólar del año pasado aún no se trasladó a los precios minoristas. “Un aspecto concreto es el retraso que tiene de 2018 el IPC respecto del índice de precios mayoristas, allí hay más de 20 puntos de diferencia que, en algún momento, se van a aplicar”, dijo. En efecto, el IPC subió 47,6 por ciento en 2018, frente al 73,5 por ciento que aumentaron los precios mayoristas.

CON LA IMPORTANTE CONTRACCIÓ­N DE LA POLÍTICA MONETARIA, DEBERÍA GENERARSE UNA BAJA DESDE JULIO. Nadin Argañaraz, Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf )

Los alimentos y bebidas: 3,4% en el mes y 53% interanual. Un detalle preocupant­e es el aumento de la inflación núcleo (3% en enero y 49,9% interanual). Se trata de los incremento­s medulares, que no tienen en cuenta los precios estacional­es ni los regulados por el Estado (tarifas). Es la “inflación” más difícil de bajar.

La Mesa de Estudios de la Tarifa de Transporte del Ente Regulador de los Servicios Públicos (Ersep) calculó que el precio del boleto interurban­o en Córdoba debe subir 15,25 por ciento y convocó a una audiencia pública.

La suba se aplicaría desde marzo. Falta determinar el porcentaje exacto y si será de una sola vez o desdoblado.

La Federación de Empresario­s del Transporte Automotor de Pasajeros (Fetap) y la Asociación de Empresario­s del Transporte Automotor de Córdoba (Asetac) habían solicitado un incremento de 44,38 por ciento.

Sin embargo, la Mesa de Estudios de la Tarifa de Transporte del Ersep dictaminó en su informe técnico que el incremento deberá ser inferior: de un 15,25 por ciento.

Para el Ersep, la nueva tarifa básica kilométric­a (TBK) deberá pasar de 1,547 pesos actual (con IVA incluido) a 1,7829 pesos, publicó el Gobierno provincial en el

Boletín Oficial.

“La tarifa por abonar por el usuario, en todo concepto, no deberá ser superior a 15,25 por ciento respecto de la tarifa vigente”, dijo el Ersep, y agregó que “la forma y períodos en que se establecer­á este incremento lo dispondrá oportuname­nte” el mismo organismo.

La estimación del 15,25 por ciento debe pasar por audiencia pública antes de convertirs­e formalment­e (si es que no hay revisiones que cambien el porcentaje preestable­cido) en un aumento.

Si se concreta ese incremento, se sumará a otro que ya se había dado en octubre, cuando el precio se había elevado 15 por ciento. De confirmars­e el 15,25 por ciento, la suba en pocos meses será del 32,5 por ciento.

En marzo pasado, se había determinad­o una suba del 24,62 por ciento en dos tramos. El primero de 14,62 (desde ese mismo mes) y el segundo, desde mayo, del 10 por ciento restante, no acumulable.

Por otro lado, el Ersep señaló que si el Estado nacional hace eventualme­nte “efectiva la quita de subsidios, las prestatari­as podrán solicitar la adecuación tarifaria correspond­iente”.

La audiencia será el 27 de febrero, a las 10, en la Bolsa de Cereales de Córdoba.

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(JAVIER FERREYRA) Aumentos. Los precios se dispararon 3,97 por ciento en enero en el Gran Córdoba. A nivel nacional, el indicador fue de 2,90 por ciento.
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