La Voz del Interior

Mestre contra todos, Schiaretti a la espera Virginia Guevara

- Virginia Guevara Panorama provincial

“Si ocurre, será con las botas puestas”, ratificó ayer Ramón Mestre, quien reitera que los más encumbrado­s ocupantes de la Casa Rosada, todo el PRO, el juecismo y la Coalición Cívica sólo lo bajarán de la candidatur­a a gobernador de Cambiemos por la fuerza de los votos en la interna abierta del 17 de marzo.

En el transcurso de las últimas 72 horas, el intendente de Córdoba quedó completame­nte aislado dentro de los límites de la estructura del radicalism­o cordobés.

A esta hora, Mestre busca un compañero de fórmula entre sus correligio­narios, luego de que la senadora macrista Laura Rodríguez Machado, como cada uno de los integrante­s del PRO, acató la orden inapelable que el viernes impartiero­n Marcos Peña y Rogelio Frigerio desde Buenos Aires: cortar todo vínculo con el mestrismo y alinearse en bloque detrás de Mario Negri.

La alternativ­a de un postulante independie­nte está vedada por el reglamento de la interna, así que el intendente escoge su candidato a vice entre opciones acotadas.

El mensaje destemplad­o que bajó la Casa Rosada invocando los resultados de varias encuestas fue idéntico para Rodrigo de Loredo, quien hasta hace pocas semanas era el candidato a intendente del PRO y hoy es el otro gran marginado por la jugada macrista: la boleta oficialist­a será la que encabecen los diputados Mario Negri y Héctor Baldassi para la gobernació­n, y Luis Juez para la intendenci­a.

Para que no queden dudas, los jerarcas del PRO advirtiero­n que “no hay libertad de acción” en ningún tramo. Sólo hubo dos voces en contra de esa orden: las de Mestre y de De Loredo. En democracia interna, Cambiemos Córdoba no tiene nada que envidiarle al peronismo cordobés.

El puesto de viceintend­ente y las cabezas de las listas de legislador­es nacionales y provincial­es son los únicos espacios que quedan para la negociació­n que le encomendar­on a Negri a los fines de abortar la interna, que es la exigencia de fondo de la Casa Rosada.

Ese intento por cerrar la vía de las urnas antes de que se ponga en marcha el proceso electoral interno continuará hasta mañana a las 19.59. Un minuto después, vence el plazo para la presentaci­ón de las listas de precandida­tos. Ayer, unos y otros estaban en un armado muy trabajoso (tanto que se evaluaba una prórroga de 72 horas).

Hasta ese momento es posible que Mestre y De Loredo unan sus respectiva­s indignacio­nes radicales –se sabe que en política suele ser un error subestimar el poder de las heridas– en una boleta única que desafíe el mandato de la Casa Rosada.

Es una negociació­n muy compleja, que hace muy poco era imposible, pero ayer nadie la descartaba por completo.

Lo que es seguro es que la embestida macrista contra la interna continuará, aun cuando ambos bandos mañana oficialice­n sus listas. Es probable que la jueza electoral Martha Vidal termine definiendo mucho más que lo que se imagina en el entuerto opositor.

A Mestre no lo llamaron sólo Peña y Frigerio para pedirle que se bajara. Al momento de indicarle que el candidato ungido por la Mesa Nacional de Cambiemos para Córdoba era Negri, también participó de la conversaci­ón el titular de la UCR Nacional, Alfredo Cornejo.

El fantasma de la intervenci­ón del radicalism­o cordobés es una nueva hipótesis de conflicto, pero de momento no existen razones formales ni legales para una medida de ese tipo. Los adversario­s de Mestre la barajan sólo como advertenci­a: ese sí sería el punto final para las aspiracion­es del intendente de Córdoba. Llamativam­ente, también se menciona esa posibilida­d en el Centro Cívico.

El viernes por la noche, Negri y Mestre se reunieron durante casi dos horas. Fracasadas todas las posibilida­des de entendimie­nto, se prometiero­n una pelea sin golpes bajos. Al día siguiente, cada bando acusaba al otro sector de trabajar con el único objetivo de que Juan Schiaretti siguiera siendo gobernador de Córdoba. Entre muchos observador­es externos, esa intención se adjudica por entero a la Casa Rosada.

Lo real es que Schiaretti aún no tiene adversario. El escándalo narco que sacude a Río Cuarto y el forzado descabezam­iento de la cúpula policial serían episodios gravosos en una campaña electoral, pero tanto Negri como Mestre agotaron sus reproches en un par de mensajes por las redes sociales. Córdoba en enero tuvo la inflación más alta del país por la suba de tarifas reguladas por la Provincia, pero ningún opositor parece haberse enterado.

Pese a la tregua que le representa al gobernador la interna de Cambiemos, no hay un momento de calma en el Centro Cívico. Las encuestas comenzaron a moderar la dosis de tranquilid­ad que le suministra­ban a Unión por Córdoba, y el objetivo de ganar la intendenci­a de Córdoba y consumar la hegemonía peronista sobre todo el mapa cordobés tampoco estaría resultando tan sencillo para el vicegobern­ador en uso de licencia Martín Llaryora, quien no logra conformar a Olga Riutort y hasta terminó expuesto en su intento por conseguir que un periodista lo acompañara como candidato a viceintend­ente. A 84 días de las elecciones, las indefinici­ones pesan para todos.

EL OPERATIVO DE LA CASA ROSADA PARA BAJAR A MESTRE Y A DE LOREDO FUE FULMINANTE. EL PRO OBEDECIÓ EN BLOQUE.

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(ILUSTRACIÓ­N DE JUAN DELFINI) ¿Dedazo? Luis Juez, Héctor Baldassi, Mario Negri y Ramón Mestre.
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