Hay un 30% menos de vendedores ambulantes en el Centro
Los puestos callejeros se redujeron en 2018 en esa zona de Córdoba capital.
La Municipalidad afirma que aumentaron los controles en los últimos meses.
Pese a la crisis económica y en contraste con lo que ocurre en las grandes ciudades del país, en Córdoba capital se redujo la cantidad de puestos de venta callejeros. De acuerdo con un informe elaborado por la Cámara de Comercio local, en 2018 disminuyó casi en un 30 por ciento el número de vendedores ambulantes en el área central de la ciudad.
El relevamiento indica que hoy existen 121 puestos en un espacio de poco más de 50 cuadras del microcentro, con la peatonal incluida. En 2017, se habían contabilizado 170 puestos. Las calles con mayor concentración son la cortada Israel y las primeras cuadras de San Martín y Rivadavia.
Desde la Municipalidad, afirman que en los últimos meses los controles se intensificaron y se destinaron más inspectores a la tarea. También dicen que están formalizando a los manteros.
Acontramano de lo que está sucediendo en otras grandes urbes del país, y contra lo que podría esperarse en un contexto de crisis económica y de pérdida de empleo como el actual, la venta ambulante viene en retroceso en la ciudad de Córdoba. Según un informe de la Cámara de Comercio de Córdoba (CCC) al que tuvo acceso La Voz, la cantidad de puestos callejeros en el Centro es hoy la más baja de los últimos años.
De acuerdo con el relevamiento, en la actualidad hay 121 puestos ambulantes en un área de poco más de 50 cuadras del microcentro (que incluye la zona de la peatonal), 49 menos que al finalizar 2017, cuando se habían identificado 170 vendedores. La baja es de 28,8 por ciento. Respecto de 2011 –año en el que la CCC comenzó el relevamiento–, la merma en la cantidad de puestos callejeros es de 62,2 por ciento. En aquel año se habían detectado 320 vendedores ambulantes en la misma zona.
“Estamos frente a la menor cantidad de puestos ambulante de los últimos años. Esto es fruto de las acciones que venimos llevando adelante desde la cámara con ayuda de la Municipalidad, no sólo para incrementar las fiscalizaciones, sino también para ayudar a que el vendedor ambulante logre formalizarse”, dijo Cristian Pastore, director ejecutivo de la CCC.
“El incremento en los controles, y el hecho de que sean sistemáticos, sumado al trabajo con la Policía, explica que hoy tengamos menos vendedores ambulantes. Los controles permanentes desalientan la aparición de nuevos puestos, mientras se trabaja en la regularización de los más antiguos”, dijo por su parte Roberto Eulmesekian, director general de la Secretaría de Control y Fiscalización del municipio capitalino.
El relevamiento de la CCC calcula un promedio anual de puestos detectados en el Centro en días y horarios hábiles, teniendo en cuenta que en fechas especiales del calendario comercial –como el Día de la Madre, el Día del Niño o Navidad– el número de ambulantes crece transitoria pero significativamente. Lo mismo pasa los sábados, luego del horario comercial.
Radiografía
El informe de la cámara mer- A diferencia de lo que marcan los registros en Córdoba, la venta ambulante en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires tuvo un fuerte incremento en enero último, con un
252 por ciento más de puestos que en igual mes de 2018, según lo informado por la Cámara Argentina de Comercio (CAC). Durante el primer mes de 2019 se detectaron
535 puestos de venta callejera en el Centro porteño. cantil divide a los puestos ambulantes en tres tipologías: manteros, carros y artesanos. La de los manteros es la más extendida en el área céntrica de Córdoba capital, con 57 puestos identificados en el último relevamiento, seguida por los carros, con 40, y los artesanos, con 24 puestos.
El promedio de vendedores por cuadra ronda hoy las tres personas cada 100 metros. Las calles con mayor concentración de puestos son la cortada Israel y las primeras cuadras de San Martín y Rivadavia, aunque en los últimos meses se detectó un número creciente de manteros en la 9 de Julio.
Respecto de los rubros, en los últimos años se observa un cambio en la oferta ambulante de la zona. Mientras que en 2011 los puestos de juguetes y de indumentaria concentraban el 80 por ciento de los productos ofrecidos a los transeúntes, en la actualidad la mayoría de los vendedores ambulantes comercia artículos multirrubro (pequeños electrodomésticos, películas en CD, bijouterie y relojes), artesanías, y anteojos y gafas para sol.
“Más allá de la baja en el número de manteros, nos sigue preocupando que muchos de los puestos callejeros venden comida o productos ópticos, dos rubros muy sensibles para la salud de la población”, señaló Pastore. En el caso de la venta de comidas, los que predominan son los puestos parrilleros que ofrecen choripanes apostados sobre la misma calle.
Al igual que lo que sucede en otras grandes ciudades del país, en los últimos años se observa la presencia de muchos vendedores de origen africano, particularmente senegaleses. Fundamentalmente son hombres jóvenes, que se dedican a la venta de productos multirrubro. No obstante esta novedad, la mayoría de los ambulantes siguen siendo cordobeses o personas llegadas desde otras provincias, principalmente del norte argentino.
Controles y formalización
La queja histórica de los comerciantes formales es que la venta ambulante supone una competencia ilegal que impacta de lleno sobre la demanda de sus clientes. “El mantero puede ofrecer sus productos hasta un 45 por ciento más baratos que los de un comercio registrado, básicamente porque no paga nada: ni alquiler, ni impuestos, ni servicios. La venta ambulante es así un negocio ‘excelente’, con el cual es muy difícil competir”, señaló Pastore.
Frente a ello, desde la Municipalidad aseguran que en los últimos tiempos se han incrementado los controles. “Nuestra área tiene alrededor de 100 inspectores activos, de los cuales 25 están concen-