La desidia vecinal y el rol del Estado
En este caso, la falta de conciencia y de colaboración de vecinos renuentes a respetar las normas de higiene urbana y la módica disposición de herramientas que tiene el municipio para despejar las bocas obturadas, asoman como las principales causas de un dilema de viejo arrastre.
En la ciudad de Córdoba hay unos 800 sumideros por donde debe desagotar el agua, pero muchos de ellos están tapados por la basura de distinto porte y origen que no va al sistema de recolección de residuos ya establecido.
A ellos habrá que añadir, como dato negativo, que la Municipalidad cuenta sólo con un camión equipado para desarrollar las tareas de limpieza.
En un informe sobre esta problemática que publicamos el pasado domingo, uno de los empleados que opera el vehículo hidroneumático admitió las falencias. Dijo que con la cantidad de barrios que se han edificado y de la manera en que creció la ciudad, con un solo camión es imposible hacer el trabajo. “Necesitaríamos uno en cada sector de la ciudad. Estamos yendo a donde colapsa, en vez de estar haciendo tareas de mantenimiento”, señaló.
No se trata de cargar todas las culpas sobre los vecinos. Pero ¿quién no fue testigo alguna vez del accionar desaprensivo de personas que arrojan bolsas con basura al torrente que corre por las calles luego de un aguacero copioso?
La incorporación de recursos técnicos destinados al saneamiento de las miles de bocas de tormenta saturadas de basura es una tarea pendiente que no debe postergarse más.
Vale insistir que la solución a este problema sanitario no será consumada sin el compromiso de muchos ciudadanos que sufren anegamientos hasta en sus hogares por los desagües colapsados a causa de los residuos que se descartan sin la menor prevención.
El ajetreo electoral que va subiendo el pulso de la competencia política no debe distraer a los funcionarios de sus obligaciones cotidianas.
Y el tema de la higiene urbana, en sus distintas modalidades, sigue ocupando un lugar de preeminencia entre la variedad de temas irresueltos.