Una lucha por ser visibles y derribar prejuicios
En una sociedad en la que la voz de la mujer cada vez se escucha más fuerte, el fútbol no se podía quedar afuera de esa ola que llegó para quedarse. El deporte más popular de Argentina no es sólo de hombres. Cada vez más mujeres se ven en los estadios cuando juega un equipo, y ellas van solas. Por amor a su club. Porque son tanto o más apasionadas que los varones. Y discuten de táctica y estrategia como cualquiera.
Es increíble que todavía hoy se escuche un “usted no se meta, señora, que estamos hablando de fútbol y de eso no sabe nada”. O el típico, y más retrógrado de todos: “Andá a lavar los platos”.
En esa lucha por la igualdad de género, están las chicas que juegan al fútbol. A quienes les encanta ponerse los cortos, vestir la camiseta con el color del club que representan, tomar una pelota y patear. Las que buscan ser visibles a los ojos de muchos que miran para otro lado. Que las ignoran. Que no entienden de esa pasión o que sólo creen que el fútbol es para hombres. En el Primer plano de hoy, intentamos reflejar un reclamo justo de ellas, que buscan ser profesionales. Que se les pague por lo mismo que hacen los varones.
Está claro que el negocio del fútbol hoy está armado sólo en el fútbol masculino. Pero, de a poco, el femenino se está haciendo escuchar. La clasificación histórica de
LA SELECCIÓN ARGENTINA DE FÚTBOL FEMENINO SE CLASIFICÓ, LUEGO DE 12 AÑOS, A UN MUNDIAL. ES UN BUEN MOMENTO PARA ELLAS.
la selección argentina al Mundial, tras 12 años de ausencia, es todo un hito que se da en una época en la que ellas van ganando terreno en todo sentido.
El fútbol no se puede quedar afuera de la lucha por la igualdad de género que están sosteniendo las mujeres en todos los estamentos de la sociedad.
La Fifa vio en este deporte un negocio por explotar y le apuntó de lleno al Mundial que se viene en junio y julio. Argentina será parte de ese fenómeno, luego de estar más de una década afuera.
Las chicas sólo quieren ser profesionales en el fútbol. Que se les pague por la tarea que realizan. Que no sea sólo por amor a la pelota. En esa lucha están y buscan ser escuchadas.