La Voz del Interior

La Justicia federal resolvió que no va a investigar al “topo”

- Francisco Guillermo Panero fpanero@lavozdelin­terior.com.ar

La Cámara Federal de Apelacione­s de Córdoba confirmó la resolución del juez Miguel Hugo Vaca Narvaja que en noviembre había desestimad­o la denuncia del fiscal Enrique Senestrari sobre la existencia de un empleado infiel en su equipo de trabajo al que acusó de filtrar informació­n reservada a la prensa.

Senestrari había apelado la medida y, con sus abogados Claudio Orosz y Ramiro Fresneda, había solicitado a la Cámara que investigar­a la existencia del “topo” en su fiscalía.

El rechazo a esta petición se dio ayer por mayoría, con el voto de los camaristas Luis Roberto Rueda y Abel Sánchez Torres, y con la disidencia de Liliana Navarro, quien se pronunció para avanzar con la investigac­ión del empleado que ahora trabaja en otra oficina.

En mayo pasado, el fiscal federal había denunciado que de su oficina se habían filtrado hacia la prensa audios de un grupo de WhatsApp denominado “Delitos Económicos”, un canal de comunicaci­ón de un equipo de investigac­ión interno de su fiscalía.

La investigac­ión recayó en Graciela López de Filoñuk, colega de otra fiscalía del denunciant­e, quien llegó a la conclusión de que no existía delito. Esto fue avalado por Vaca Narvaja.

Investigac­ión incipiente

Los audios en cuestión hacían referencia a una investigac­ión que realizaba la fiscalía de Senestrari en torno al tramo Osecac de la causa Cordubensi­s (CBI), en el cual se analizaba el descuento de cheques de la obra social nacional en la financiera cordobesa.

Entre los personajes investigad­os estaban el titular del gremio de comercio argentino, Armando Cavallieri; el empresario cordobés Euclides Bugliotti, y su contador, Javier Guevara Amado.

Entre los perjuicios que enumeró Orosz en su alegato la semana pasada, dijo que se arruinó una investigac­ión incipiente tras filtrarse a un medio de comunicaci­ón porteño un diálogo del fiscal con sus colaborado­res.

Meses después, Senestrari presentó una ampliación de la denuncia en la que sugería quién era el “topo” y ofreció testimonio­s de dos colaborado­res que ayudaban a individual­izarlo. Sin embargo, la pesquisa no prosperó.

Ante esto, sus abogados apelaron y el expediente terminó en la Cámara de Apelacione­s.

Ayer, los vocales Rueda y Sánchez Torres votaron en consonanci­a, con la disidencia de Navarro, que se pronunció por rebatir a Vaca Narvaja.

El primero de ellos sostiene que “el contenido del diálogo de Senestrari con sus empleados no constituye uno de aquellos supuestos tutelados por el Código Penal”. Luego, señala que “se trató de una consulta que el magistrado efectúa a sus subalterno­s sobre el trámite de una causa, de cuya respuesta y de su posterior difusión indebida no parece derivarse necesariam­ente una afectación a un bien jurídico”.

En igual sentido se pronuncia Sánchez Torres, quien además coincide con Rueda al avalar la decisión de Vaca Narvaja que desestimó la denuncia ante el dictamen de la fiscal.

Sánchez Torres aporta que el dictamen de López de Filoñuk “se halla debidament­e motivado, toda vez que ha dado razones fundadas para arribar a la conclusión que propicia de inexistenc­ia del delito de violación de secreto”.

En disidencia, la vocal Navarro entendió que ese dictamen no fue debidament­e fundado y que “la fiscal no practicó todas las medidas probatoria­s que señala” en su desestimac­ión. En tal sentido, se pregunta por qué López de Filoñuk pidió las sábanas si luego no analizó su contenido. También criticó a la instructor­a por no avanzar en individual­izar al “topo”, cuando Senestrari aportó testigos Denuncia, desestimac­ión, apelación y fallo.

La historia de esta causa se remonta a mayo pasado, cuando en el medio Infobae se publicó una serie de chats de un grupo de WhatsApp de la fiscalía conducida por Enrique Senestrari. Ante esto, el funcionari­o judicial solicitó que se investigar­an las actividade­s de un empleado infiel que, actuando como “topo” dentro de la fiscalía, pasó informació­n reservada por el secreto de sumario. Meses después, el juez federal N° 3, Miguel Hugo Vaca Narvaja, resolvió desestimar las actuacione­s que había instruido la fiscal N° 3, Graciela López de Filoñuk, a partir de la denuncia de mayo. Los abogados de Senestrari apelaron y ahora la Cámara Federal de Acusación, en voto dividido, volvió a rechazar la petición. No obstante, se dejó abierta la posibilida­d para que al “topo” se le abriera un sumario interno. Senestrari volverá a apelar. y el nombre de quién podría ser el empleado infiel.

“Con esta exigua y pobre investigac­ión”, sostuvo Navarro, la fiscal “arriba a la conclusión de que no puede individual­izar al responsabl­e de los hechos denunciado­s” y que todo esto no constituye delito.

A pesar de este rechazo a la pesquisa judicial, tanto Rueda como Sánchez Torres coincidier­on en que el empleado cuestionad­o puede ser pasible de un sumario administra­tivo interno.

Tras conocer la resolución de la Cámara, los abogados de Senestrari anticiparo­n que van a casar el fallo.

En ese sentido, Orosz y Fresneda remarcaron que se van a apoyar en el voto solitario de Navarro, además de en un antecedent­e por un caso similar en el que hubo un fallo en el Juzgado Federal N° 2, a cargo de Alejandro Sánchez Freytes, quien contó con el dictamen del fiscal federal Gustavo Vidal Lascano.

PARA LA VOCAL NAVARRO, LA INVESTIGAC­IÓN PRELIMINAR FUE “EXIGUA” Y “POBRE”. VOTÓ EN DISIDENCIA.

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(LA VOZ/ARCHIVO) Denunciant­e. Para Senestrari, la divulgació­n de un chat privado de trabajo dañó la investigac­ión.

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