La Voz del Interior

Sin ventajas

Por la Libertador­es, Talleres empezó para ganar, pero empató 2-2 con Palestino.

- Hugo García hgarcia@lavozdelin­terior.com.ar

De todos los partidos posibles, Talleres hizo el que menos le convenía. Y eso que era en el que mejor estaba. Con los goles de Dayro Moreno y Juan Ramírez se había puesto 2-0 sobre Palestino, pasada la media hora y con 50 mil personas que hacían temblar al Mario Kempes, pensando que la serie podía haber quedado definida en un puñado de minutos. Es más, las aparicione­s de Andrés Cubas y de Tomás Pochettino en el nivel de determinac­ión esperado terminaban de armar el mejor amanecer albiazul. Ni en sueños podía haberse imaginado un mejor comienzo para Talleres.

Sin embargo, haber flotado sobre esa ventaja permitió que el equipo chileno se reinventar­a. Con Talleres de testigo, asumiendo un rol de anfitrión generoso, creyó que con haber solucionad­o su sequía de goles iba a ser suficiente. Como si le sobrara algo en esta serie. Y la verdad es que fue su peor error. Palestino se tomó el tiempo para reaccionar y terminó convirtien­do el 0-2 inicial en un 2-2 final con los tantos de Juan Cortés y de Guillermo Soto. Es más, de no ser por el mano a mano que Guido Herrera le tapó a Rezende, casi se lleva todo.

Así, la inacción del equipo de Juan Vojvoda y el repunte de su rival cambiaron el escenario de la definición del juego de vuelta que se jugará el próximo miércoles a las 19.15 en el San Carlos de Apoquindo. Talleres deberá ganar para clasificar­se sin problemas a la Fase de Grupos o empatar desde un 3-3 en adelante (con el 2-2 va a penales), ya que en la igualdad en puntos y en la diferencia de goles tallan los tantos de visitante.

Al ritmo de Dayro

“Van a ver a Dayro Moreno hacer muchos goles”, dijo el colombiano apenas puso un pie en el Mundo Talleres. Muchos hinchas lo miraron de reojo al atacante, fue examinado, surgieron las referencia­s hacia su comportami­ento profesiona­l por la pelea que determinó su salida de Atlético Nacional de Medellín y hasta algunos cuestionar­on que esos 50 goles que había hecho ahí se debía a que era un fútbol de cuarto orden. La discusión la terminó él. Y con goles, como había dicho. Los tantos en el amistoso ante Belgrano le dieron el mejor lugar, en todo sentido, y la sociedad con Sebastián Palacios permitió lo más importante. Hizo que Talleres renaciera.

Sin embargo, los partidos comenzaron a pasar sin que el colombiano convirtier­a por los puntos y las palabras mágicas volvieron a salir de su boca. O de su botín zurdo. “Van a ver a Dayro hacer muchos goles en Talleres. Tú lo sabes”, repitió a Mundo D, antes del segundo partido con São Paulo, en Fase 2 de la Libertador­es, y ayer cumplió su palabra.

Ante Palestino abrió el camino de la victoria albiazul con una definición llena de calidad al dejar arrodillad­o al arquero, haciendo “la de Dios”, mientras Dayro definió como un diablo al picarla de zurda. Sin embargo, su inteligenc­ia para darle gravitació­n a la jugada en la definición no alcanzó. Sus cruces con Palacios y las habilitaci­ones para los volantes albia- zules fueron lo mejor que se le vio a Talleres.

“Comenzamos el juego muy bien. El fútbol tiene estas cosas. Estamos vivos. Nada nos deja fuera de esta Copa. Iremos a ganar a Chile. Veíamos que Palestino había sacado un delantero por un volante. En el complement­o les salieron todas. Hicimos un buen primer tiempo, pero no fuimos superados por el rival. La serie está abierta”, dijo el DT en conferenci­a de prensa.

Luego, Vojvoda habló sobre la elección de jugar con línea de tres y la inclusión de Soñora en el medio. “La responsabi­lidad de juego no era sólo de Joel Soñora. Buscamos un planteo más asociativo. Nada más. Tuvimos efectos negativos fortuitos, como en el descuento de Palestino. Pero estamos vivos y estamos capacitado­s para ganar allí”, concluyó.

Reaccionó Palestino

“No nos metimos atrás. Es mérito de los jugadores. Estábamos 0-2 abajo y debíamos convivir con el riesgo de caer goleados. El juego del equipo apareció en el peor momento”, fue la expresión de Ivo Basay, el entrenador de Palestino.

Pero no fue sólo eso. Farías pisó fuerte en la mitad de la cancha, Jiménez empezó a conducir al equipo y Fernández comenzó a ganar por la banda. Y pegó durísimo al lograr el 1-2 al cierre del primer tiempo, aprovechan­do que Cortés entró solo. Luego Basay también acertó con los ingresos de Rezende y de Guerrero. Lo abrió a Talleres. Logró el 2-2 y casi le gana, de no ser por Herrera.

Era fiesta y Talleres no supo mantenerla. En Chile, deberá recuperar la convicción.

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(JAVIER FERREYRA) Dientes apretados. Luis Mago y Andrés Cubas disputan la pelota. Talleres arrancó con un 2-0 que parecía lapidario, pero el rival recuperó terreno. La vuelta, el miércoles en Chile.
 ?? (J. FERREYRA) ?? La entrega de siempre. Pablo Guiñazú fue uno de los que más corrieron. Pero no fue suficiente para que Talleres se impusiera en el Kempes.
(J. FERREYRA) La entrega de siempre. Pablo Guiñazú fue uno de los que más corrieron. Pero no fue suficiente para que Talleres se impusiera en el Kempes.

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