La tasa les cerró la puerta a los inmuebles

El sector desarrollista fue en años anteriores uno de los más dinámicos en la economía cordobesa. Los emprendimientos residenciales encontraron en los inversores interesados en convertir sus dólares en ladrillos y en el crédito hipotecario a los principales impulsores de su demanda. En ese escenario, el usuario del crédito para acceder a la vivienda llegó a representar 25 por ciento de las ventas.

Sin embargo, en los últimos ocho meses, la suba de las tasas de interés les cerró la puerta a los inmuebles, en especial para los integrantes de la clase media.

A tal punto que, según sostienen las propias inmobiliarias, la venta de inmuebles a través de crédito bancario sólo alcanza al 0,5 por ciento de las operaciones.

Sólo aquellos inversores que se vieron beneficiados por la devaluación, por ejemplo los vinculados a la producción agropecuaria, y también los sectores con altos ingresos son los que mantienen un alicaído flujo de operaciones.

Por ser la vivienda uno de los bienes materiales más preciados a los que aspira la mayor parte de la población, el Primer plano de hoy está dedicado a indagar sobre cuáles son las posibilidades de acceso en el corto plazo. Hay coincidencia entre los analistas del sector en que sin crédito bancario accesible, las opciones de adquisición se vuelven escasas.

EL CRÉDITO HIPOTECARIO DEJÓ DE SER UNA OPCIÓN DE COMPRA. AL MERCADO LO MUEVEN SECTORES CON ALTOS INGRESOS.

Con dos años de caída en las ventas, las empresas desarrollistas avizoran un 2019 con una leve recuperación, tibia en el primer semestre y algo más marcada hacia fin de año. Ante este moderado optimismo, muchas preparan nuevos proyectos y ratifican la continuidad de los que ya están en marcha. ¿Quienes comprarían? Los interesados en invertir en el sector y el segmento ABC1. Mientras algunas desarrollistas buscan tentar a la oferta con créditos propios atados a UVA.

Mientras tanto, las inmobiliarias tradicionales sobreviven de la gestión de los alquileres y de la administración de propiedades, debido a que la caída en las compras y ventas se redujo casi a la mínima expresión.