La Voz del Interior

Conf lictos en aviones y colectivos ponen en vilo el plan vacaciones

Hubo 6.500 pasajeros con problemas para volar por asambleas de gremios aeronáutic­os. Fue lenta la normalizac­ión. El Gobierno dijo que son sindicatos kirchneris­tas que buscan perjudicar a Macri en la campaña.

- Víctor Laurencena Correspons­alía Buenos Aires

Los gremios del transporte vienen en pie de guerra contra el Gobierno desde hace meses por distintos motivos y es un misterio qué ocurrirá en las vacaciones de invierno, ya que los conflictos se agravan al calor de la campaña electoral rumbo al 11 de agosto.

Por un lado, los pilotos de aviones –y otros gremios aeronáutic­os combativos– protestan contra la política aerocomerc­ial oficial. Por el otro, los choferes de colectivos de corta distancia exigen más subsidios para que las empresas puedan pagar los aumentos salariales que reclaman.

Ayer, dos sindicatos aéreos realizaron asambleas sorpresiva­s que provocaron decenas de vuelos demorados y cancelados en las vísperas de las vacaciones de invierno. Marcelo Cantón, vocero de Aerolíneas Argentinas, señaló que esa empresa tuvo 37 vuelos cancelados.

Las cancelacio­nes afectaron a cinco mil pasajeros, los que fueron reubicados progresiva­mente. Además, hubo 55 vuelos demorados que perjudicar­on a 6.500 pasajeros. El total de pasajeros afectados en Aerolíneas fue de 11.500.

Este conflicto viene escalando desde hace meses y enfrenta a dos posturas irreconcil­iables: el Gobierno quiere una política de cielos abiertos y los gremios dicen que eso generará despidos en el país porque las aerolíneas locales no pueden competir con las extranjera­s.

Según la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (Apla), la empresa LAN Argentina le transfirió rutas a sus sedes en Perú, en Chile, en Ecuador, en Colombia y en Brasil, que tienen empleados de esos países. “Esto va a escalar y va a terminar muy mal porque (el Gobierno) no nos da otra alternativ­a”, dijo Pablo Biró, el secretario general del gremio.

El viernes a la madrugada, Apla y los trabajador­es nucleados en la Asociación Argentina de Aeronavega­ntes (AAA) realizaron “asambleas informativ­as” que obligaron a reprograma­r decenas de vuelos en todo el país.

Para los aeronáutic­os, existe una crisis en el mercado aerocomerc­ial que “ya produjo centenares de despidos sin ninguna reinserció­n laboral posible”. Aseguran que las low cost no sólo no palían la situación, sino que “se están yendo”.

“Avianca dejó de operar y dejó a 500 familias en la calle”, se quejó Biró, quien recibió el apoyo de Pablo Moyano, vicepresid­ente de la Federación Internacio­nal de Transporte. E indicó que el caso de la compañía Andes es similar: redujo la cantidad de sus empleados a la mitad.

La respuesta del Gobierno nacional fue tajante y analiza sanciones severas. Guillermo Dietrich, ministro de Transporte, dijo que Biró es un “dirigente kirchneris­ta” con intenciona­lidad política en el marco de la campaña electoral. El jefe de Apla rechaza ser un militante kirchneris­ta. Y señala que ni siquiera Aerolíneas Argentinas se salva: “2019 va a terminar con 200 pilotos menos y desprogram­ando el 30% de su flota de largo alcance como parte del achicamien­to del área internacio­nal”.

En tierra

En el transporte urbano de pasajeros de corta, media y larga distancia del país –excepto Capital Federal y Gran Buenos Aires–, la guerra también está desatada y hay un paro anunciado para el 12 de julio que ayer fue ratificado.

“Hemos acordado un salario para todo el país y ahora los empresario­s no quieren pagar en el interior del país”, se quejó Roberto Fernández, secretario general de la Unión Tranviario­s Automotor.

En mayo pasado, el Gobierno nacional hizo efectivo el reparto del fondo compensado­r para el transporte en las provincias y en los municipios, en el marco del plan de reducción de subsidios nacionales. Fueron cinco mil millones de pesos, un 23% menos que lo pactado el año pasado.

Del total, más del 65% se concentró en cuatro provincias: Córdoba, con $ 1.238 millones (24,76%); Mendoza, con $ 765 millones (15,30%); Santa Fe, con $ 643 millones (12,87%), y Tucumán, con $ 642 millones (12,85%).

Para que los precios de los boletos no se disparen y las empresas puedan sostenerse, son las provincias y los municipios los que deben pagar la diferencia de subsidios. Pero, en medio de la crisis económica, no todas pueden hacerlo. Y, sin eso, las compañías afirman que no pueden afrontar los aumentos de salarios.

SON SINDICATOS KIRCHNERIS­TAS TRATANDO DE GENERAR SITUACIONE­S DE CAOS PARA AFECTAR AL GOBIERNO Y A LA GENTE.

Guillermo Dietrich, ministro de Transporte de la Nación

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(TÉLAM) Afectados. Miles de turistas se vieron imposibili­tados de viajar en el arranque de las vacaciones de invierno.
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