“Otras provincias no cortan la ‘cláusula gatillo’”
El dirigente del gremio docente duda de que las finanzas de la Provincia no permitan sostener la actualización salarial por inflación.
El secretario general de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba (UEPC), Juan Monserrat, anticipó el escenario de la pelea por el salario docente y cuestionó los dichos del gobierno de Juan Schiaretti sobre que las finanzas provinciales pueden hacer caer la actualización automática de los sueldos por inflación (la “cláusula gatillo”).
El gremio negociará en septiembre, pero antes habrá elecciones sindicales y Monserrat, con una nueva reelección, buscará extender a 14 años su mandato.
–En dos meses discutirán la continuidad de la “cláusula gatillo”. ¿Cuál es la expectativa en la negociación para no perder contra la inflación?
–Sinceramente, no tengo la fórmula de cómo vamos a hacer. El año pasado se usó una doble vía que fue una parte porcentual, que fue menos que la que estaba prevista en la “cláusula gatillo”, y una suma fija, que devino de una decisión del Gobierno nacional de otorgar 5 mil pesos. Eso se replicó en las provincias, con la modalidad propia que le dimos en Córdoba. Hoy está mejorando la coparticipación a las provincias, aunque no los ingresos totales en la Provincia. Hay un dato alentador: en julio llegó mucha más coparticipación, con lo que el escenario tan crítico que teníamos un mes atrás empieza a ser menor, al menos en la remisión de fondos nacionales a las provincias.
–¿Cuál va a ser el planteo? –Nosotros entendemos que no se puede retrasar el salario porque, para los trabajadores, es desastroso perder poder adquisitivo. Pero también es desastroso para la actividad
económica. Que tengamos menos salario quiere decir que la gente compra menos, que puede cumplir menos con sus obligaciones, pagar la tarjeta, la luz, el agua, los tributos. Si hay actividad económica, también los estados van a mejorar notablemente el equilibrio de sus obligaciones. Me parece que, además de una situación coyuntural, también aparecen cosas bastante emblemáticas como, por ejemplo, el acuerdo salarial del Surrbac, que fue del 46 por ciento. El del Surrbac es un convenio privado, pero depende de un Estado municipal. Entonces, uno se pregunta: ¿por qué el Estado municipal convalida un aumento del 46 por ciento y a los empleados municipales de la Capital no se les cortó la cláusula gatillo ni el año pasado ni este?
–¿Por qué unos sí y otros no?
–Esa es la pregunta que uno se hace. Los compañeros de Salta acaban de cerrar un acuerdo y el Gobierno les ha dado un aumento salarial del 38 por ciento. Uno se pregunta hasta dónde están tan mal las finanzas públicas de la provincia de Córdoba y hasta dónde se va a retrasar el salario, porque no creo que sea bueno para el gobernador de Córdoba, después de haber ganado como ha ganado, que tenga salarios más bajos que el resto. Especialmente, comparados con provincias que estaban en el Fondo Compensador, como es el caso de Salta. Tampoco Santa Fe está eliminando la cláusula gatillo ni Buenos Aires. Me da la impresión de que hay dificultades, pero también que la comparación se va a poner en discusión en la mesa de negociaciones.
–Con gatillo o sin gatillo, buscarán un acuerdo que no pierda contra la inflación.
–Sí, por supuesto. Siempre vamos a tener que seguir en la negociación. La inflación interanual estaba, en el mes pasado, en el 55 por ciento, y la recaudación estaba en 34 o 35 por ciento. No vamos a llegar a 55, pero tampoco nos podemos quedar en un 23 por ciento.
–¿Hay docentes debajo de la línea de pobreza? ¿Cuánto cobra un docente?
–Nosotros estamos en 26 mil pesos, y ahora vamos a estar cerca de 27 mil. Depende de la canasta que tengas, normalmente 26 mil es poco. Lo que pasa es que el Indec tomaba al salario del docente como parte del ingreso familiar, entendiendo que la línea de pobreza se construye sobre una pareja con dos hijos en edad escolar. Y ahí necesitás entre 40 o 45 mil pesos. De eso, el salario docente es una parte del ingreso. También es cierto que esos son los iniciales del escalafón. Después, vienen la antigüedad, las zonas desfavorables, compañeros que tienen más de un cargo y los niveles medios, que siempre son mejores que los de primaria inicial. Es cierto que el salario está bajo, como también que si se acomoda el nivel salarial a la canasta en un modelo de ajuste, uno se aleja de eso. Cuando uno está en un plan de ajuste como el de la política nacional, evidentemente, va a haber un retraso del salario con respecto a la canasta. Son muy pocos los sectores que pueden mantenerlo.
–Y en comparación con docentes de otras provincias, ¿cómo están?
–Estamos en cuarto o quinto lugar, muy parecidos a Santa Fe, por arriba de Buenos Aires, y nos pasa un poquito La Pampa en los iniciales. Pero al final de la carrera, nosotros estamos mejor.
–¿Cómo se negocia con Walter Grahovac como ministro de Educación, quien supo ser dirigente de UEPC?
–Todos los sindicatos en algún momento tenemos relación con la patronal, porque es imposible no tenerla, logramos coincidencias en la parte educativa. Porque entendemos que si el Estado no cierra escuelas, no quita derechos, si mantiene una escuela por más que haya un solo chico en un paraje rural... eso a nosotros nos parece un elemento fundamental. Yo tengo muchas diferencias en lo previsional porque una de las cosas por las que se logró el financiamiento de la Nación a las provincias fue teniendo en cuenta el salario, o la jubilación nacional docente, que es un régimen especial. Le dieron la plata a Córdoba para el régimen nacional docente, que es mejor que el nuestro. Si llega a cambiar el Gobierno nacional (en las elecciones de este año), una de las cosas que vamos a reclamar es la ley 24.016. Que es la ley nacional que jubila a los docentes con el último año, no con los últimos cuatro años, y además es el 82 por ciento del ciento por ciento.
NO SE PUEDE RETRASAR EL SALARIO PORQUE ES DESASTROSO PARA LOS TRABAJADORES Y TAMBIÉN PARA LA ACTIVIDAD ECONÓMICA.