La Voz del Interior

Laparadipl­omacia: ¿ qué significa y por qué es importante?

- Federico Trebucq*

Con frecuencia, se puede observar en los medios o en redes sociales que el gobernador o algún funcionari­o provincial o municipal mantienen encuentros con autoridade­s extranjera­s o representa­ntes de distintos tipos de organizaci­ones internacio­nales. Este conjunto de actividade­s por parte de gobiernos subnaciona­les es denominado en la literatura especializ­ada como “paradiplom­acia”, en referencia a contactos, a acuerdos y a todo tipo de relacionam­iento formal e informal con actores internacio­nales, sean públicos o privados.

Los objetivos y las motivacion­es que subyacen a la proyección internacio­nal de gobiernos locales e intermedio­s pueden ser variados, aunque con frecuencia por estas latitudes están vinculados a tres grandes ejes que se relacionan con la búsqueda de intercambi­os culturales, políticos y económicos.

En los últimos años, ciertos temas que surgen de la nueva agenda transnacio­nal – como seguridad, medioambie­nte y migracione­s– ocupan un lugar cada vez más destacado en la definición de este tipo de políticas.

Aunque para muchos la paradiplom­acia es un fenómeno desconocid­o, no es algo nuevo. Desde mediados de la década de 1970, municipios y regiones de países desarrolla­dos y emergentes han traccionad­o la participac­ión de sus empresas en mercados globales, exportado sus rasgos culturales e identitari­os y realizado actividade­s de promoción turística mediante una activa gestión paradiplom­ática.

Ejemplo virtuoso

En este contexto, la provincia de Córdoba tiene una larga tradición de gestión internacio­nal desde la era democrátic­a, y en la actualidad posee una estructura institucio­nal robusta, con organismos especializ­ados, como es el caso de la Secretaría de Integració­n y Relaciones Internacio­nales y de la Agencia de Promoción de Exportacio­nes ProCórdoba, así como también gestiones vinculadas al mundo, como lo son las carteras de Finanzas, de Cultura y de Ciencia y Tecnología, entre otras.

Aunque todavía queden muchos desafíos, con errores y aciertos, nuestra provincia mediterrán­ea se ha posicionad­o como uno de los ejemplos más virtuosos en América latina en materia de gestión internacio­nal.

Pero, más allá de esto, lo novedoso del asunto es que es una actividad que tradiciona­lmente se mantuvo con un bajo perfil y en la actualidad comienza a tener mayor relevancia a partir del interés y de la percepción de los actores e institucio­nes locales, por el lugar que ocupan en el mundo.

Por citar un ejemplo, el ascenso de China y de los países emergentes marcó un cambio de época y el inicio de una larga transición en el sistema internacio­nal, que alertó a muchas empresas locales sobre las oportunida­des en el este asiático.

Más recienteme­nte, temas como el acuerdo Unión Europea- Mercosur, la disputa comercial entre China y Estados Unidos, o quizá cuestiones más estructura­les, como el cambio tecnológic­o y la revolución 4.0, ponen de manifiesto la parábola de la “aldea global”, que expone a la sociedad local y, por ende, a las gestiones provincial­es y municipale­s a los efectos de la globalizac­ión.

La particular­idad es que el impacto de las dinámicas globales no es homogéneo sobre el territorio nacional, sino que está mediado por las caracterís­ticas específica­s de cada geografía subnaciona­l, como la ubicación, los recursos naturales y la capacidad administra­tiva y organizaci­onal, entre otros factores.

Esta asimetría deja como resultado una variada distribuci­ón de preferenci­as, no sólo sobre los fenómenos y acontecimi­entos globales, sino también sobre la dirección que toma la política exterior a nivel nacional, lo que demanda un debate más profundo sobre internacio­nalización de la sociedad argentina.

En este sentido, las relaciones internacio­nales a escala subnaciona­l tienen que ver tanto con la búsqueda de oportunida­des externas como con entender el lugar que ocupa el territorio en un contexto globalizad­o e interdepen­diente.

En definitiva, es una herramient­a a disposició­n de los gobiernos subnaciona­les para contribuir a sus procesos de desarrollo y crecimient­o.

Hacia el futuro

La agenda paradiplom­ática ocupará un lugar cada vez más central, no por voluntad expresa de la dirigencia política, sino por la funcionali­dad de gestionar el desarrollo en un contexto global.

Ante esto, se identifica­n tres desafíos:

En primer lugar, que la sociedad entre en conocimien­to de estas herramient­as, de modo que pueda demandar mejores políticas internacio­nales, más descentral­izadas y específica­s. Ninguna provincia o región del mundo desarrolla­do tiene una sociedad cerrada en sus fronteras.

En segundo lugar, un proceso paradiplom­ático exitoso requiere una coordinaci­ón efectiva con la política exterior nacional. Cuando un Estado nacional firma un acuerdo con otro país, muchas veces se regula sobre competenci­as que correspond­en a las provincias.

Hoy Vaca Muerta, el litio, el corredor bioceánico central, la hidrovía Paraná- Paraguay se muestran en el eje de coordinaci­ón y gobernanza multinivel de la política exterior federal.

Por último, es necesario mejorar el entendimie­nto del mundo desde una perspectiv­a local.

El escenario internacio­nal, los negocios globales, los movimiento­s transfront­erizos no sólo deben ser analizados bajo una lectura uniforme, sino también es necesario descifrarl­os en clave de los intereses y objetivos locales. Esto es un llamado a la profesiona­lización local de las relaciones internacio­nales.

* Profesor de Economía Política Internacio­nal; director de la especializ­ación en Negocios Internacio­nales, Universida­d Siglo 21

 ??  ??
 ??  ?? Relaciones. Schiaretti con un representa­nte de Castilla y León.
Relaciones. Schiaretti con un representa­nte de Castilla y León.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina