Por la crisis, la inf lación superará el 50% durante todo el año
La suba interanual rebasó ese porcentaje en febrero y seguirá por el resto de 2019.
En agosto, los precios aumentaron cuatro por ciento.
Las estadísticas se vislumbran desfavorables para el Gobierno nacional. La derrota en las Paso y el posterior aumento del dólar revirtieron la tendencia a la baja de los cuatro meses anteriores a las primarias. El promedio de suba de precios en agosto fue de cuatro por ciento, según el Indec.
Eso significa que en los ocho primeros meses de 2019 hubo 30 por ciento de inflación, mientras que en término interanuales asciende a 54,5 por ciento. Todo indica que la tendencia se mantendrá por el resto del año.
Septiembre será un mes complicado en cuanto a novedades estadísticas para el Gobierno nacional. Ayer, el Indec publicó la inflación de agosto, dato que muestra un
fuerte rebrote del costo de vida (4%) luego de cuatro meses seguidos a la baja.
La semana que viene será el turno del desempleo correspondiente al segundo trimestre de este año, tasa que también anticipa una suba por la recesión y por la caída del nivel de actividad.
Por último, el 26 de septiembre, a sólo un mes de las elecciones generales, el Indec publicará los cálculos de pobreza e indigencia, a partir del relevamiento del primer semestre de este año de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH). Será otro dato que, por el aumento de las canastas básicas (alimentaria y total) y por el deterioro del salario real, también se espera que alcance niveles poco amigables con la intención de reelección del presidente Mauricio Macri.
La suba del 4% de agosto implica un incremento del 30% en lo que va de 2019 y una evolución interanual del 54,5%.
De esta forma, la “velocidad” de la inflación, calculada en función del avance de los precios en los 12 meses previos a cada medición, siguió en agosto por encima del 50 por ciento, umbral que superó en febrero pasado y del que no se va a bajar hasta fin de año.
Así lo aseguran las estimaciones de los más de 40 economistas, bancos y consultoras locales y extranjeras que encuesta el Banco Central para su relevamiento mensual de expectativas de mercado (REM). Según el informe, el índice de precios nacional que mide el Indec se mantendrá alto todo el cuatrimestre.
En promedio, esperan un 5,9 por ciento para septiembre (el más elevado de 2019), 4,3 para octubre y 3,6 para noviembre y para diciembre, con una suba interanual en esos meses que no será inferior al 52,2 por ciento.
Impacto acotado
“El índice de agosto recoge la devaluación posterior a las Paso, pero sólo por la segunda quincena del mes. O sea que no está el impacto pleno, que seguramente pasará a septiembre”, explicó el economista Alfredo Blanco.
Para el exdecano de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNC, “se debería esperar que septiembre muestre también un índice alto”.
Igualmente, aclaró que de la misma forma que pasó en 2018, “seguramente, no pasará toda la devaluación a precios básicamente por las bajas condiciones de demanda”.
Blanco entiende que empresas y comerciantes no tienen margen para un pass through completo por el golpeado poder adquisitivo de los consumidores. “Si uno se fija, desde la corrida cambiaria que se llevó del BCRA a (Federico) Sturzenegger hasta ahora, el dólar creció mucho más que la inflación acumulada”, apuntó.
Bruno Panighel, economista del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), aporta un dato que explica por qué no bajará significativamente la inflación en el último cuatrimestre y cómo el Gobierno llegará a las elecciones con un costo de vida interanual récord (ver página 5). “La inflación de agosto estuvo parcialmente contrarrestada por la eliminación del IVA de algunos alimentos”, dijo Panighel, aclarando que “aun así, la división alimentos mostró una suba de 4,5 por ciento, mayor que el cuatro de inflación general”.
En este sentido, y mirando hacia lo que resta del año, el economista dijo que “la inflación de 2019, que ahora apunta al 53 o 55 por ciento, dependerá del traslado de la suba del dólar a los precios y de cuánto dure ese proceso”.
Luego de las elecciones primarias, el tipo de cambio subió 11 pesos (poco más del 23 por ciento), complicando aún más el ya difícil horizonte electoral del oficialismo.
Para morigerar el inevitable rebrote de la inflación antes de las generales del 27 de octubre, el Gobierno reemplazó al ministro de Hacienda (se fue Nicolás Dujovne y asumió Hernán Lacunza) y lanzó una serie de paliativos “para poner plata en el bolsillo de la gente”, algo que le pedían recurrentemente desde la oposición.
A la mencionada suspensión del IVA hasta fin de año para una serie de productos de la canasta básica, se sumó un alivio en la carga de Ganancias para las personas y la excepción temporal del pago de aportes jubilatorios para un grupo de asalariados y de impuestos para todos los monotributistas. También, el cobro de un adicional en dos cuotas para quienes perciben la Asignación Universal por Hijo y un bono para empleados públicos nacionales.
Asimismo, se congeló el valor de los combustibles al precio de venta que tenían el 9 de agosto. Será hasta noviembre, luego de las elecciones. Se calcula que por el impacto del dólar y la no aplicación del impuesto trimestral (ICL), el precio está atrasado un 17 por ciento.