La Voz del Interior

Son millones los que cumplen la cuarentena

- Adrián Bassola

La llegada del coronaviru­s a estas tierras, y su lenta pero constante diseminaci­ón, nos tienen a todos los argentinos con las emociones a flor de piel. Pero quizá la emoción más caliente es la de la indignació­n que nos produce la gente que no cumple con la cuarentena, ya sea con la impuesta por encontrars­e en algún grupo con riesgo de participac­ión en la transmisió­n del virus, o con la generaliza­da, la del “aislamient­o social preventivo obligatori­o” dictado el jueves pasado por el Presidente.

Pero este saludo de los buenos días les propone otro ejercicio: el de mirar por un momento la otra cara de la moneda, el vaso medio lleno (o vacío, da igual), situarse del otro lado del mostrador, o cualquier figura análoga.

Les propone dejar de pensar en los incumplido­res para apreciar que en este país son millones las personas que con militancia casi religiosa se quedan en sus hogares y no asoman ni la nariz a la calle. No es el caso de los periodista­s, ya que por nuestra función combinamos teletrabaj­o con labor presencial, para seguir informando a la sociedad.

Somos millones quienes nos lavamos las manos con abundante agua y jabón. Las personas que estornudam­os en el pliegue del codo. Las que repasamos con desinfecta­nte las barandas, pasamanos y picaportes. Las que respetamos la distancia social. Las que no acaparamos y compramos sólo lo que necesitamo­s.

Las que hacemos videollama­das con los abuelos y les transmitim­os afecto, fuerza y esperanza. Y las que les hacemos las compras y les pagamos las facturas por home banking.

También somos millones las personas que seguimos produciend­o alimentos, insumos básicos, productos vitales. Y las que cada mañana, tempranísi­mo, se encaminan al tambo para asegurar la provisión de leche.

Las que, con su acción deliberada, organizada y generaliza­da de quedarse en casa, lograron que el silencio se escuche con más fuerza que el bullicio de la ciudad al que estamos tan acostumbra­dos.

Y, si se hila más fino, el doble de esas millones de personas son las palmas que cada noche, a las 21, se chocan con fervor para agradecer a quienes se juegan mucho más que el común de los argentinos en el combate a este virus.

SON MILLONES LAS PERSONAS QUE, CON MILITANCIA CASI RELIGIOSA, SE QUEDAN EN CASA A CUMPLIR EL AISLAMIENT­O.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina