La quinta parte del planeta, en casa
En medio de una escasez de mascarillas, respiradores y buena voluntad política, más de una quinta parte de la población mundial estaba ayer bajo órdenes de quedarse en sus casas, en el comienzo de lo que podría ser una semana fundamental en la lucha para contener el brote del nuevo coronavirus en Estados Unidos y Europa.
Las divisiones partidistas estancaban las labores para aprobar un enorme paquete de ayuda en el Congreso estadounidense, y los precios de las acciones cayeron en Wall Street, incluso después de que la Reserva Federal dijo que prestará dinero a las pequeñas y grandes empresas y a los gobiernos locales.
Alertando que el brote sigue acelerándose, el director de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, pidió a los países tomar medidas enérgicas y coordinadas.
“No somos observadores inermes’’, comentó, y añadió que tomó 67 días alcanzar los 100 mil casos a nivel mundial, pero sólo cuatro para ir de 200 mil a 300 mil. “Podemos cambiar la trayectoria de esta pandemia’’, afirmó.
El riesgo que enfrentan los doctores, enfermeros y otras personas que están en primera línea se ha hecho evidente: Italia ha registrado por lo menos 18 muertes de médicos infectados con coronavirus. España reportó que más de 3.900 trabajadores de salud se han contagiado, representando aproximadamente el 12 por ciento del total de casos del país.
Los trabajadores de sanidad de Gran Bretaña pidieron más equipo, alegando que se sentían como “carne de cañón’’. En Francia, los médicos consiguieron mascarillas de trabajadores de construcción, de fábricas y arquitectos.
A nivel mundial, se han registrado más de 350 mil casos confirmados y 15 mil personas murieron a causa del nuevo coronavirus. Mientras los casos en China disminuyeron, los peligros en Europa y Estados Unidos han crecido de manera exponencial.