Sin antivirus en el comercio internacional Gustavo Scarpetta
El camionero intenta ingresar con mercaderías por la frontera y las autoridades le comunican que no podrá hacerlo. Habla por teléfono con la empresa que lo contrató pidiendo instrucciones.
Miles de camiones están detenidos en las fronteras de muchos países por las medidas contra el coronavirus. Sin embargo, hay importaciones de medicamentos, alimentos, insumos y barbijos que no pueden esperar.
Milán y Madrid, dos ciudades normalmente repletas de turistas y de negocios de moda, están prácticamente vacías. Las ventas han caído a cero y esperan que en los próximos días todo se reanime.
La famosa tienda El Corte
Inglés decide cerrar sus instalaciones incluso antes que lo defina el Gobierno español. Los negocios ya estaban vacíos de gente antes de la decisión presidencial. Sin turistas ni gente en las calles, los comercios no tienen a quién venderle. El desempleo juvenil en España sube por el impacto en el turismo. La demanda global cae y el comercio dentro de la Unión Europea se ha resentido.
En China, el primer exportador mundial y el segundo comprador de mercaderías, nada funciona como el año pasado.
El 25 de enero comenzó el año de la rata y los pronósticos decían que iba a ser un año de cambios radicales. Parece que tenía razón el horóscopo. El país asiático viene de crecer a seis por ciento, y una baja en su ritmo tendrá un efecto negativo para toda la economía mundial.
Italia, Corea del Sur y España sufren en su población y en sus economías. Un tema fundamental es el tiempo que dure la crisis del Covid-19.
El neumonólogo chino Zhong Nanshan, que lideró los equipos de salud durante la anterior pandemia del sars, dice que podría terminarse en junio si las medidas tomadas son fuertes y adecuadas. Algunos especialistas estadounidenses hablan de que podría durar hasta 18 meses. El ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós, afirmó que no se superará antes del invierno de 2021.
El tiempo y caída
Todo hacía suponer que este año el comercio mundial iba a superar los 20 billones de dólares.
El coronavirus –podría denominarse el virus del avión, porque llegó a todos los países por ese medio de transporte– impactó en las principales economías y países exportadores.
Comenzó en China, que vende al mundo 2,5 billones de dólares; en Estados Unidos, con 1,6 billones, y, en menor medida, en Alemania, con 1,4 billones.
Afecta seriamente a Italia, que es el país con más cantidad de infectados y el noveno exportador global, que vende por 500 mil millones de dólares y compra por una cantidad similar.
La última caída del volumen de comercio internacional fue en
2016 y, desde ese momento, ha venido creciendo a un ritmo de 10 por ciento anual.
El coronavirus modificaría esa tendencia de crecimiento y dependerá del tiempo de la crisis. Si se extiende hasta mediados de año, el efecto de un rebote posterior podría llevar las cifras a crecimiento de entre el 7% y 10%.
En cambio, si la pandemia se mantiene o se amplía, podría esperarse una caída del comercio internacional. Como muestra, las exportaciones chinas han caído
10% en el primer bimestre y también bajaron sus importaciones, aunque en menor medida.
Menores exportaciones son también menos poder de compra de países centrales como China y Estados Unidos, y serán menos ventas de países como Argentina.
La repercusión nacional
La menor demanda global llevará a menores precios de los productos que nuestro país exporta. Otro efecto es que se rompe la cadena de suministros y algunas empresas se quedarán sin insumos para fabricar.
Argentina tiene superávit comercial y necesita superávit fiscal. Para eso contaba con una recaudación por derechos de exportación (retenciones) que en este contexto será muy difícil que se cumpla. Argentina gasta más dólares de los que tiene y más pesos de los que recauda; y debe asumir fuertes compromisos en los próximos años.
El rumor respecto a que el Fondo Monetario Internacional podría otorgar algún plan especial para morigerar la situación mundial puede ser un gran alivio para Argentina, aunque no se debe dejar todo a esa posibilidad.
En el caso de Estados Unidos y México, han cerrado las fronteras al turismo y a viajes no necesarios, pero las mantienen para todo el ámbito comercial.
Una idea podría ser un descenso de los derechos de exportación para trigo, maíz y soja hasta junio.
De esa manera, se beneficia a los productores y, a su vez, se impulsan mayores ventas y exportaciones, lo que implica más recaudación y más ingreso de divisas.
El comercio mundial va a disminuir y la economía mundial lo sentirá. Todo dependerá del tiempo de duración de esta crisis.
Argentina estaba en terapia y esto puede complicarla aún más. Se han tomado medidas para disminuir los impactos económicos y hay que seguir por ese camino. Al fin y al cabo, siempre una crisis es una oportunidad.
POR EFECTO DE LA PANDEMIA, UNA CAÍDA DEL COMERCIO MUNDIAL SIGNIFICARÁ MENOS EXPORTACIONES PARA LA ARGENTINA.