“Llegó el momento de minimizar los daños”
El especialista explica en qué consiste la fase de mitigación. La estrategia comenzó esta semana, a partir de la confirmación de la transmisión local del Covid-19.
El Ministerio de Salud de la Nación confirmó esta semana la transmisión local del Covid-19. Esto quiere decir que el virus ya circula en algunos territorios del país. Tomás Orduna, jefe de Medicina Tropical del hospital Muñiz, explicó que ahora comienza una estrategia diferente: la de mitigación, orientada a minimizar los posibles daños de la pandemia.
El infectólogo, que integra el comité de expertos que asesora a la Nación en las medidas a seguir, aclara que puede haber más casos autóctonos. Las provincias ya pueden certificar el virus y, por lo tanto, detectar más positivos, especialmente en pacientes con cuadros leves que podían pasar desapercibidos.
–¿Qué cambia a partir de este momento?
–El Ministerio de Salud de la Nación confirmó el martes un caso de adquisición comunitaria y dijo que estudia otra treintena de casos autóctonos más. Asumimos que, sin dudas, tenemos transmisión comunitaria. Esto quiere decir que van a convivir dos estrategias: la de contención con la de mitigación. Por un lado, debemos seguir detectando casos autóctonos, aunque sean cuadros leves, para que no contagien a otras personas. Pero, por otra parte, necesitamos minimizar al máximo el daño provocado por la circulación autóctona de Covid-19. Y lograr, entre otras cosas, que los casos graves consigan rápido una cama de internación.
–¿Puede haber más casos autóctonos?
–Es probable. Sabemos que existe un período de incubación que puede durar hasta 14 días, pero que tiene un promedio de siete. Cuando yo llego al diagnóstico, tengo que retrotraerme al escenario de hace una semana, de lo que pudo pasar. Si una persona adquirió el virus a nivel comunitario hace siete días, tengo que presuponer que hay otros casos de transmisión local y pensar en la mitigación.
–Teniendo en cuenta esa demora, ¿es posible estimar cuántos son los casos reales que tenemos en este momento?
–Esa es una tarea muy difícil. No podemos comparar con otros países, porque cada nación adoptó distintas estrategias. Argentina se anticipó en tomar algunas medidas.
–¿Puede haber circulación local en otras provincias?
–También es probable. Que lo hayamos identificado en Buenos Aires, no quiere decir que no esté circulando en otros lugares. En los próximos días, seguramente aparecerán más casos, en la medida en que aumenten las provincias con capacidad propia para diagnosticar el virus.
–¿Se puede dar un aumento de casos, ahora que las provincias empiezan a diagnosticar?
–Sí, con la descentralización de los testeos, que antes sólo hacía el Instituto Malbrán, aumentará la posibilidad de diagnosticar en las provincias, sobre todo los casos leves. Porque en los pacientes críticos, que necesitaban respirador, ya se estaba identificando el virus. Al
Después del positivo, hacen falta tres instancias.
Según el último protocolo del Ministerio de Salud de la Nación, existen tres requisitos para que un paciente infectado pueda volver a sus actividades diarias.
1. Alta clínica. Cuando no presentan síntomas febriles por más de tres días y mejoran sus signos respiratorios.
2. Alta microbiológica. Se realizan dos análisis moleculares (PCR) con un intervalo de 24 horas entre uno y otro. Ambos resultados deben dar negativo.
3. Alta definitiva. El paciente debe continuar otros 14 días en aislamiento domiciliario, según recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. aumentar la oferta diagnóstica, se va testear diferente, sobre todo los casos leves y moderados que antes eran excluidos.
–¿Cambia ahora la definición de caso sospechoso?
–Sí. Aunque el viaje al exterior sigue siendo un antecedente muy poderoso, cuando se confirma la transmisión local, se empiezan a estudiar todas las enfermedades tipo influenza (llamadas ETI). Esto quiere decir que los pacientes con fiebre, tos, dolor de garganta o dificultad respiratoria de cualquier lugar del país deben ser estudiados para confirmar o descartar el Covid-19. Por otra parte, tenemos que seguir controlando a las personas que vengan del exterior, aislándolos y viendo si desarrollan algún síntoma.
–¿Cómo evitamos, en un futuro, saturar los centros de diagnóstico?
–Hoy necesitamos, por ejemplo, dos resultados de análisis molecular o PCR para darle el alta a un paciente. También testeamos casos leves, para evitar que contagien a otras personas. Pero, en un futuro, cuando los positivos aumenten, los criterios van a cambiar. Si yo sigo estudiando a todos los casos leves o moderados, la demanda puede colapsar. Y me pierdo la posibilidad de detectar los graves que necesitan cuidados críticos. En España o Italia, los pacientes con cuadros leves o moderados son tratados en forma ambulatoria, en sus casas, a menos que desarrollen complicaciones. Algo raro en los jóvenes. Puede pasar, que en un futuro, se dejen de hacer testeos masivos. O se utilicen kits de detección rápida en casos leves o asintomáticos, para evitar que esas personas contagien. Pero en este momento, Argentina no cuenta con los esos test rápidos.
–¿Puede hoy un laboratorio privado diagnosticar Covid-19?
–Sí, pueden hacerlo y facturarlo a las obras sociales. Hay seis marcas autorizadas por Anmat. De esa manera, el Estado brindaría testeos gratuitos a quienes no tengan cobertura.
–¿Está funcionando la cuarentena? –Sí, aunque de manera heterogénea. Algunas ciudades lograron reducir la circulación en un 85 o 90 por ciento. Pero hay escenarios muy complejos en el Conurbano bonaerense o los bolsones de pobreza que representan el 40 por ciento del país. Cómo le pedís a una persona que vive hacinada, que se quede 14 días en un cuarto de dos metros por dos, que además comparte con otras siete personas. Aunque existen barreras sociales, la cuarentena es una medida efectiva.