Una decisión “justa”
La clasificación a Tokio es aún una materia pendiente para muchos deportistas, quienes aplauden la medida de postergar la cita.
La cancelación de los torneos clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 a causa del coronavirus fue un golpe duro para los deportistas que sueñan con estar en la magna cita en Japón. Sin embargo, la confirmación de que las justas se postergarán hasta el año próximo volvió a llenar de entusiasmo a los cordobeses que buscan su clasificación.
Su preparación se ve alterada por la cuarentena a la que la pandemia obligó a poner a todos los argentinos. Y la realidad de las nadadoras Andrea Berrino (pileta, especialista en estilo espalda) y Cecilia Biagioli (aguas abiertas) y el boxeador Agustín Vergara son “tres botones de muestra”.
Lo bueno y lo malo
A Berrino el anuncio del confinamiento la tomó en Buenos Aires, en plena puesta a punto en el Cenard. Por eso, pegó la vuelta y desde entonces está en Río Tercero, su ciudad natal, “tratando de meter actividad como se pueda”.
“Pero no se puede comparar un entrenamiento en el agua con uno afuera. Se pierde mucho y cuesta recuperarlo, por eso, es una preocupación”, plantea la espaldista, y remarca: “Estoy de acuerdo con las medidas porque la salud está primero. Pero desde lo deportivo, el hecho de que se hayan cancelado todos los selectivos fue un golpe duro y desmotivante. Nos estábamos preparando a full para hacer las marcas y de golpe, no poder entrenar, frenar la preparación y cambiar toda la planificación es un sacudón muy grande. Pero a todo el mundo le afecta igual”.
“Antes de que confirmen que se postergaban los Juegos traté de estar tranquila porque es algo que me excede. Trato de seguir enfocada, comer lo mejor que se pueda y mantenerme activa. Después de esto tendré que volver a Córdoba a ver cómo sigue la preparación”, dice Andrea, y resume: “Me tranquiliza y me parece lo más justo que todos tengamos las mismas posibilidades. Ya todo se irá a calmar en un tiempo. El alto rendimiento siempre tiene obstáculos y es duro salir, pero cuando estamos todos en la misma condición es diferente. Y como deportistas tenemos que estar preparados”.
En busca de su primera participación olímpica, la nadadora de 26 años sabe que “habrá que volver a arrancar todo de cero” pero piensa “en el lado positivo”: “Tenemos más tiempo para prepararnos y hacer la marca, y tomar más fuerza y ganas de seguir entrenando”.
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Para Cecilia Biagioli, en cambio, su presencia en Tokio significaría su quinta participación olímpica. “La Negra” cuenta que estaba esperando que confirmen cuándo sería la fecha en que se harían los Juegos, sabiendo que un aplazamiento era inevitable.
“La postergación para muchos de los deportistas ha sido un alivio, porque intentar llegar a unos Juegos cuando no se puede entrenar como es debido no hubiera sido justo. Muchos países se encuentran en la misma situación”, asegura la medallista panamericana de plata en Lima 2019. A sus 35 años, Biagioli sabe que “nadie se puede adelantar a lo que pasará después de todo esto”. Por eso, se mantiene “activa en casa”. “Están intactas las ganas de seguir hasta poder cumplir mi gran objetivo. Volver a entrenar en pileta, dar vuelta la página y enfocarme en trabajar duro para lograr estar en Tokio. Pero hoy es importante que cada uno siga cuidándose para que esto pase pronto y así volver a la vida que teníamos. Hoy primero está la salud, lo demás se irá acomodando”, plantea quien tuvo su debut olímpico en Sidney 2000.
La pandemia también atentó contra el sueño olímpico de Agustín Vergara, quien tiene sólo 20 años y en diciembre pasado recibió el premio Estímulo de La Voz. Pero ahora afronta como un boxeador experimentado esta trastocada realidad. El cordobés es el púgil titular de Argentina para buscar la clasificación a Tokio en categoría 63 kilos en el Preolímpico que debía comenzar mañana en Buenos Aires. Pero este confinamiento lo tiene en Córdoba, “llevándola como se puede”. “Colgué una bolsa y sigo entrenando en mi casa”, le cuenta a Mundo D.
“Fue difícil para todo el equipo porque suspendieron el torneo 20 días antes. Ya estábamos preparados, veníamos con una planificación justa para esa fecha... Pero bueno, no queda otra que esperar una nueva fecha, seguirse preparándose y aprovechar este tiempo para tener más entrenamiento”.
Agustín sabe que “es difícil mantenerse enfocado” cuando el futuro es tan incierto, pero también sabe que intentará aprovechar este tiempo para “subir de peso (es categoría 57 y lo pasaron a 63 de cara a los Juegos) y que el cuerpo se acostumbre”.
“El cambio de fecha de los Juegos me dio tranquilidad, ya que ni entrenar como se debe podemos. Y para ir a unos Juegos Olímpicos hay que estar a 100 por ciento enfocados, física y mentalmente”.