A veces, las segundas partes son buenas
Se estrena “La corazonada”, la primera película original de Netf lix en el país, con Joaquín Furriel y Luisana Lopilato. Es una precuela de “Perdida”, aunque con apuestas redobladas. La cita es el jueves.
Dice el dicho que las segundas partes nunca fueron buenas. Por suerte, La corazonada escapa a uno de los refranes más sonados en nuestra historia y tiene todo lo de Perdida (2018) y más.
Nuevamente bajo la dirección de Alejandro Montiel, cuenta con Luisana Lopilato y Joaquín Furriel como dupla protagonista, y se basa en el libro de Florencia Etcheves La virgen en tus ojos
(publicado por editorial Planeta, en 2012).
El libro le da una vuelta de tuerca al asesinato de Solange Grabenheimer, caso real ocurrido en Buenos Aires en 2007, y a su vez la película le agregará sus propios elementos.
Se estrena en Netflix el próximo jueves 28, y es un hecho no menor que es la primera producción original de la plataforma en el país. Así, se suma a series como Apache o Puerta 7, ambas dirigidas por Israel Adrián Caetano.
La corazonada trae nuevamente a Manuela “Pipa” Pelari a escena.
Fuera del foco del trauma que se desarrolla en Perdida, Pipa, interpretada por Lopilato está en este momento al comienzo de su carrera como policía y se encontrará con dos casos duros que le servirán para probar quién es.
A lo largo de la película, el arco de Pipa se irá desarrollando y tan ansiosa como está por encontrar las respuestas a los crímenes que investiga, demostrará tanto su eficacia como policía como su humanidad y su empatía, al punto de hacer la ley a un lado.
Luisana Lopilato logra transmitir estas nuevas facetas de Pipa al mismo tiempo que mantener la dureza que demuestra tener en
Perdida.
Pipa investigará, en primer lugar, el asesinato de Gloriana Márquez.
Gloriana, de 19 años, es encontrada muerta en su cama, y la principal sospechosa es Minerva del Valle, su mejor amiga. Ella y el novio de Gloriana la encuentran muerta, con el agravante de que fueron los últimos en verla.
Las performances de los actores más jóvenes de la película, en este caso Delfina Chaves y Maite Lanata en los roles de Gloriana y Minerva respectivamente, se ubican con holgura a la altura del resto de la producción.
Especialmente Lanata, quien transmite con maestría todo el espectro de emociones de
Minerva.
Dos crímenes para Pipa
Al mismo tiempo, Pipa deberá resolver otro encargo: averiguar si su jefe, Francisco Juanez, interpretado por Joaquín Furriel, es quien asesinó a un joven que fue embestido por un auto la misma noche del asesinato de Gloriana.
En el libro, es Juanez el principal protagonista. Joaquín Furriel logra que el personaje se adecue al protagonismo de Pipa sin perder el ritmo, y con sobriedad deja que los traumas del inspector, su ética y su agudeza se transfieran a la pantalla.
En definitiva, ambos intérpretes logran que la dupla que forman sus personajes resulte creíble.
Las actuaciones de Rafael Ferro, en la piel del jefe que manda investigar a Juanez, y de Marita Ballesteros, la abuela de Minerva, suman color a esta realización de Montiell.
Al igual que pasa en Perdida ,el ritmo de La corazonada es adrenalínico y su ambiente tenso.
Pero ese ritmo trepidante resta peso a los cruentos crímenes y los temas de fondo (maltrato, el dolor de la familia ante los crímenes, la corrupción) y no permite alejarse de la pantalla a medida que las investigaciones avanzan, en las que las respuestas no serán las que parecen obvias.