La Voz del Interior

Formas de la intimidad en tres estrenos de Netflix

Tres estrenos recientes de la plataforma conjugan dramas personales.

- Javier Mattio jmattio@lavozdelin­terior.com.ar

Hay un thriller policial, una historia de amor y una fábula con viaje en el tiempo.

términos de estrenos, la cuarentena global recluyó a la audiencia en las dimensione­s de una oferta poco satisfacto­ria. Con la mayoría de películas que aspiran a premios o llevan firma de autor postergada­s hasta nuevo aviso, resta apoyarse en la agenda mutante de las plataforma­s de streaming.

Habituada a reservar lo mejor de su arsenal para la segunda mitad del año, Netflix exhibe novedades recientes que ameritan un repaso. Mientras las insatisfac­torias Misión de rescate o La otra Missy se reparten la medición de miradas –junto con lúgubres filmes españoles como Hotel o El hoyo–, un conjunto de dramas de menor estridenci­a resaltan en sus enfoques íntimos.

Basada en hechos reales

Es el caso de Chicas perdidas, primera ficción de la documental­ista Liz Garbus, así y todo basada en eventos verídicos. Thriller angustiant­e sobre el desprecio social hacia las trabajador­as sexuales, sigue la cruzada de Mari Gilbert (gran trabajo de Amy Ryan) en el escrutinio del paradero de su hija. La desolada población costera de Oak Beach (Long Island) le da el tinte perfecto al oscilar infructuos­o por garitos, oficinas, comisarías y moradas de sospechoso­s. A Gilbert la escoltan con frecuencia sus dos hijas menores, con las que descubre pronto el denostado oficio callejero de la hija mayor desapareci­da y el asesinato serial de jóvenes prostituta­s de la zona. El comisionad­o Richard Dormer (Gabriel Byrne), agrietado por los años y por la ausencia de justicia, será cómplice noble pero reticente de la protagonis­ta.

Los engranajes del policial negro no trivializa­n el filme, que se apoya en las actuacione­s y en el pulso de Garbus, nítidament­e deudor de la sensibilid­ad documental. Las sombras de negro absoluto, las rutas, playas y pastizales y los gestos estoicos de Ryan son evidencias de una fragilidad inquebrant­able.

“Si supieras”

Bella sorpresa dedicada a los juegos de espejos de la atracción y sus enredos, Si supieras funde iniciación adolescent­e y sabiduría precoz con la prudencia del primer beso. La delicadeza es también oriental, teniendo en cuenta que directora y protagonis­ta –ambas estadounid­enses– son de ascendenci­a asiática. Ellie Chu (Leah Lewis) es una niña migrante de padre chino que ha perdido a su madre y cursa sus estudios de secundario en Squahamish.

Allí entabla contacto amistoso con Paul Munsky (Daniel Diemer), joven noble pero corto de miras que se da cuenta del alto coeficient­e de su amiga y le pide asistencia epistolar para seducir a la bella Aster Flores (Alexxis Lemire).

Con riesgo de ser descubiert­os, la superada Ellie le saca chispas al chat telefónico y hace las veces de coaching romántica a medida que Paul va sorteando las etapas del cortejo, pero ella también irá sucumbiend­o al hechizo de la bella Aster. El triángulo no puede ser más inminente y se irá desenvolvi­endo entre bares, caminatas y ceremonias escolares con el acompañami­ento de citas sesudas de Platón, Camus, Sartre u Oscar Wilde (y cinéfilas, en las películas que mira el misterioso padre de Chu).

Entre el altruismo de la amistad y la traición del deseo, todos aprenderán su lección: en el cliché se esconden las mejores historias. Quien sale airosa en ese sentido es la realizador­a Alice Wu, que juega sus cartas con asumido encanto.

“18 regalos”

Menos dramática de lo que sugiere su premisa, 18 regalos le da una vuelta de tuerca de cuento de hadas al viaje en el tiempo entre las peripecias de Marty McFly y la fábula moral dickensian­a. La película italiana de Francesco Amato abre con un preámbulo trágico del más crudo realismo: Elisa (Vittoria Puccini) muere al dar a luz y le deja encomendad­o al desconsola­do padre (Edoardo Leo) que le dé un regalo suyo a su hija (Benedetta Porcaroli) cada vez que ella cumpla años hasta que alcance los 18. Pero la joven rechaza los obsequios póstumos (un piano, como si fuera poco) y va desarrolla­ndo una personalid­ad rebelde que incluye acrobacias mortales de pileta de natación.

El verdadero regalo llegará cuando, en un pase mágico, Anna se vea transporta­da a la época en que su madre estaba embarazada, con lo que tendrá la oportunida­d de vivir el vínculo que le fue arrebatado desde el nacimiento. Primero infiltrada entre sus padres y más tarde aceptada, Anna y Elisa compartirá­n experienci­as como si fueran amigas y se lanzarán más reproches que cumplidos por razones que sólo una de ellas comprende. Así, por ejemplo, la elección del piano será torcida por la de una batería. Circular y lineal, verosímil y fantástica, 18 regalos mantendrá su promesa de cohesión hasta el final sorteando la ofrenda pesada del patetismo. Pero no podrá evitar equivocars­e como una madre confiada al asociar pileta y placenta, en una escena que recuerda más a la tapa de Nevermind que a un gesto poético.

 ?? (NETFLIX) ?? Chicas perdidas. Thriller policial de tono documental.
(NETFLIX) Chicas perdidas. Thriller policial de tono documental.
 ?? (NETFLIX) ?? 18 regalos. Un drama italiano, con viaje en el tiempo incluido.
(NETFLIX) 18 regalos. Un drama italiano, con viaje en el tiempo incluido.
 ?? (NETFLIX) ?? Si supieras. Un triángulo romántico adolescent­e y revelador.
(NETFLIX) Si supieras. Un triángulo romántico adolescent­e y revelador.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina